El escultor Bernardo Luis López Artasanchez recuerda cómo fue su encuentro con Donald Trump en 2011
Hoy en día, el nombre de Donald Trump es sinónimo de miedo y disgusto para muchos mexicanos, pero en 2011 era el nombre de un magnate excéntrico, y un connacional fue testigo de primera mano de la personalidad del que ahora es el próximo presidente de Estados Unidos.
Hace cinco años, el escultor poblano Bernardo Luis López Artasanchez fue invitado por Donald Trump ni más ni menos que a la Trump Tower, a donde acudió en compañía de su esposa y su primo para conocer al magnate, quien acababa de adquirir una pieza hecha por el mexicano.
En su más emblemático inmueble, Trump recibió a los tres mexicanos, donde lo primero que hizo fue decirle a la esposa del escultor que era bella como Ximena Navarrete, quien “es de México y es nuestra Miss Universo”.
Luego de mostrarles sus artículos de colección, como sus zapatos autografiados por Saquille O’Neil o el balón firmado por el exjugador de los Vaqueros de Dallas, Roger Staubach, el magnate platicó con los tres, todo el tiempo en inglés, de finanzas y política, e incluso les preguntó qué opinaban de que se postulara a la presidencia de Estados Unidos, a lo que respondieron que era una “buena idea”.
Fue entonces cuando Trump se dirigió directamente a López Artasanchez, a quien calificó de “genio”, para hablar de la escultura, un busto de bronce que el mexicano hizo luego de conocer al magnate en 2010 durante un concierto de Roger Waters.
El ahora presidente electo se mostró complacido con su escultura, y más después de que su asistente personal le confirmara al verla que “es usted señor Trump”.
Una vez aprobada la obra, Donald Trump le preguntó al escultor y sus acompañantes si querían una foto con él, tras lo cual posó junto a ellos y junto al busto.
Luego de esto, el empresario se despidió respetuosamente de mano de los mexicanos y de beso de la mujer, para luego darle una palmada en la espalda al artista y salir de la habitación.
Poco después, el escultor recibió las fotos con una sorpresa adicional, ya que estas estaban firmadas por Donald Trump, quien además incluyó un mensaje para el mexicano: “¡Gran trabajo!”.
“Trump no es tan malo como parece, simplemente se protege con esa imagen”, considera Bernardo Luis López Artasanchez, recordando a la distancia su encuentro con quien se convertirá en poco más de dos meses en el nuevo presidente de Estados Unidos.
Con información de El Universal