Los testimonios de los sobrevivientes de los ataques en el Aeropuerto de Estambul

Cámaras de vigilancia lograron captar el rostro de los atacantes del Aeropuerto de Turquía momentos antes de perpetrar el atentado. Se les puede observar mientras caminaban calmadamente hacia la terminal antes de comenzar con los ataques.

Las imágenes muestran a un hombre vestido con una chamarra negra ingresando al Aeropuerto Ataturk, caminando junto a un piloto.

Otras imágenes de circuito cerrado del aeropuerto muestran a otro hombre, este vestido todo de negro, disparando a la gente mientras se mueve dentro de los edificios, de acuerdo con el medio Hurriyet.

Se cree que se trata de dos de las tres personas que atacaron el día de ayer el Aeropuerto Internacional Ataturk de Estambul, primero reteniendo a personas y amagándolas con arma de fuego antes de detonar chalecos explosivos, provocando grandes bolas de fuego por toda la terminal.

El gobierno turco ha señalado que los hombres pertenecían al ala extremista del Estado Islámico. Sin embargo, hasta este día, la organización beligerante aún no ha reivindicado el ataque.

El ataque cobró la vida de al menos 42 personas, la mayoría de ellos ciudadanos turcos, entre ellos un funcionario de aduanas, un héroe que desesperadamente trató de detener a los atacantes, un hombre que estaba a punto de casarse y un joven recién graduado quien murió a causa de regresar para ayudar a los heridos.

Los sobrevivientes que lograron salir con vida dijeron que encontraron pisos manchados de sangre y cubiertos escombros y cuerpos, y las imágenes compartidas desde el aeropuerto muestran a pasajeros aterrorizados y familias enteras sollozando.

Merve Yigit, una mujer de 22 años quien trabajaba en la parte de servicios generales en el aeropuerto, murió de diversas lesiones, sumándose a la fatídica lista de las 42 víctimas.

La camarógrafa británica Laurence Cameron había justo aterrizado cuando los ataques comenzaron. En tanto pisó la terminal, tuvo que escapar de las bombas y balas que corrían por el aeropuerto. “Debió haber iniciado al igual que cuando aterricé”, dijo al medio Mail Online. “Yo ni siquiera oí las explosiones, pero mientras caminaba hacia fuera y alrededor de la esquina, todo el edificio estaba corriendo hacia mí gritando. Era un pánico masivo inmenso, veía a guardias correr con sus armas”.

Señaló que la única manera de dejar el edificio era pasar por el mismo lugar donde las bombas habían sido detonadas, algo que, señala, era fruto de un ataque bien planeado.

“Había sangre en el piso. Era horrendo. Había escombros por todas partes. Muchas paredes habían caído al piso”, indicó.

“Al salir a la parada de los taxis, solo encontré que estaba llena de ambulancias. La sangre estaba esparcida hasta el estacionamiento”, señaló.

“La gente estaba llorando, especialmente las personas en familia. Seguro que han quedado muy traumatizados. Hubo una gran incertidumbre, nadie sabía realmente lo que estaba pasando. ¿Nos encontrábamos seguros en donde estábamos?”, señaló Cameron.

El primer ministro turco, Binali Yildirim señaló que uno de los atacantes del Aeropuerto Atarturk se inmoló afuera de la terminal, dando a los otros dos la oportunidad de ingresar al aeropuerto.

“Cuando los terroristas no pudieron pasar por el sistema regular de seguridad, cuando no pudieron pasar los escáneres, la policía y los controles de seguridad, (los atacantes) regresaron y sacaron las armas de sus maletas y abrieron fuego al azar al control de seguridad” señaló.

“Uno se inmoló afuera del aeropuerto y los otros dos tomaron ventaja del pánico creado además durante el tiroteo y también hicieron lo mismo”, señaló el primer ministro turco.

Un número de personas que murieron el martes sólo habían llegado al aeropuerto para reunirse con sus seres queridos o para trabajar, incluyendo Göksel Kurnaz, de 38 años, quien estaba recogiendo a su jefe al aeropuerto.

Joseph Haznedaroğlu iba a casarse en 10 días: en medios locales aparecieron imágenes de él con una gran sonrisa con la mujer que iba a ser su esposa.

Yeni Ise Girmisti acababa de iniciar un nuevo trabajo, mientras que Gülşen Bahadır, un empleado de TGS Yer del cual se sabe que murió a causa de impactos de bala, escribió en su Facebook una semana antes “me acepto, me amo y gracias por todo lo que me ha pasado en mi vida”.

Además, hay increíbles historias de valentía las que han surgido tras los ataques. El funcionario de aduanas, Umut Sakaroğlu, ha sido aclamado en Turquía como un héroe por sus acciones. Él estaba de guardia cuando uno de los terroristas trató de pasar por el primer conjunto de seguridad.

Dándose cuenta del peligro, Sakaroğlu disparó al atacante suicida, quien luego detonara su cinturón, matando al oficial de aduanas. Sin embargo, sus colegas dicen que si él no hubiera actuado, muchas más personas habrían muerto, dado que este atacante no siguió el protocolo de disparar al azar contra el personal y pasajeros.

“La explosión estuvo muy cerca de las zonas donde los pasajeros están a la espera de la gente”, señaló una fuente al medio local Hurriyet. “Por desgracia, en ese momento fue martirizado Sakaroğl. Pero si no fuera por su intervención, habría más víctimas ‘, indicó.

Amigos y familiares estaban llegando a un acuerdo con la muerte de Serkan Turk, de 24 años de edad, recién graduado de educación física, por quien habían ido al aeropuerto para reunirse con su madre. Autoridades reportan que murió por la segunda explosión, después de que él fuera a tratar de ayudar a los heridos por la primera.

Los primeros funerales se llevaron a cabo el miércoles, apenas pasadas las primeras 24 horas del ataque, tal y como marca la tradición musulmana.

El ataúd del oficial de aduanas Siddik Turgan fue llevado por parte de miembros de la familia, acompañado de decenas de amigos y demás familiares, mientras que su hija angustiada observaba el ataúd de su padre.

Los conductores de taxi de aeropuerto también se reunieron para el funeral de su colega Mustafa Bayrakli, de 51 años, otra de las víctimas.

A la espera de recoger el cuerpo el día de hoy de su padre, Oznur Buzakci señaló al medio Hurriyet en medio del llanto: “No puedo encontrar algo que decir. Muchas personas se han visto perjudicadas. En este día santo, hacen daño a todo el mundo. No hay justicia”, señaló. Y a medida que las familias comienzan a enterrar a sus muertos, historias desde el interior de la terminal continúan apareciendo.

Con información de Daily Mail