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Los problemas y expectativas de la Jornada Mundial de la Juventud
Foto del Vatican Insider

La organización de la Jornada Mundial de la Juventud, prevista para enero próximo en Panamá, avanza a paso firme. Pero la crisis política y social que azota desde hace meses a Nicaragua, ha partido a Centroamérica en dos. El conflicto se encuentra justo en la ruta del peregrinaje que pensaban cubrir miles de jóvenes vía terrestre desde México, Guatemala, El Salvador y Honduras hasta la capital panameña. El Vaticano y los organizadores locales trabajan en opciones alternativas. En entrevista con el Vatican Insider, el arzobispo anfitrión (también de la visita papal), José Domingo Ulloa, habló sobre este y otros desafíos para la JMJ.

¿Cómo avanza la preparación de la jornada en Panamá?

En estos momentos ya está en su etapa final, después del proceso de planificación estamos ya en el momento de ir ejecutando todos los proyectos y preparándonos para recibir a los miles de jóvenes que, sabemos, se darán cita del 22 al 27 de enero de 2019 en esta gran fiesta de la juventud.

¿Qué expectativa tiene el Papa Francisco?

Hemos hablado con el Papa últimamente, él va con mucha ilusión, sabemos que es una jornada mundial pero la gran mayoría serán jóvenes latinoamericanos y una de las razones también, porque el Papa escogió Centroamérica, es porque será la gran oportunidad para que miles de jóvenes de las periferias geográficas y existenciales puedan tener un encuentro con él. Esto le ilusiona.

¿Cuántos jóvenes latinoamericanos estiman que llegarán?

Siendo muy cautelosos estimamos unos 150 mil latinoamericanos, podemos rebasar pero queremos ser prudentes en las cifras. Lo importante es que sabemos que existirá una representación numerosa de cada uno de estos países que en las otras jornadas han enviado apenas a grupos de 100 o 200 personas, ahora para Panamá incluso triplicarán esos números.

¿Cómo van las inscripciones?

Se ha dividido en varias fases. En la etapa de intención hemos registrado unos 210 mil jóvenes, luego tenemos una segunda parte que incluye rellenar sus documentos y ahí tenemos 130 mil, mientras los que ya han cancelado suman unos 40 mil.

¿Hasta qué fecha se podrán inscribir y qué deben hacer los jóvenes?

Digamos que para estas fechas ya la mayoría se ha decidido pero tenemos considerado que incluso hasta 15 días antes de la jornada se puedan inscribir. De todas maneras les recomendamos inscribirse con tiempo porque así se pueden beneficiar de un descuento en el aporte solicitado.

¿A cuánto asciende el aporte y qué incluye?

A unos 200 dólares toda la semana: seguro, comida, transporte y también la facilidad de poder estar en estos sitios especiales para quienes cuentan con su pase. Las diócesis que se inscriben a tiempo podemos ubicarlas en hospedajes sin ningún problema. Nuestra meta es que la gran mayoría de los jóvenes puedan tener la experiencia de familias de acogida, ya tenemos más de 110 mil espacios que están esperando con ansiedad a los jóvenes para compartir con ellos, enriquecerse de lo que el joven va a traerle, pero también que el joven pueda enriquecerse de la experiencia de fe y de país que le quieren ofrecer las familias panameñas.

¿El hospedaje será suficiente? ¿No tienen temor de verse desbordados?

La meta es llegar a 200 mil espacios con la disponibilidad de las familias y también prever otros ambientes, porque existen grupos que prefieren quedarse en gimnasios o en colegios. Esto ya lo hemos considerado, pero nos preparamos siempre a más para que todo joven asistente a esta gran fiesta pueda tener un lugar donde ser acogido, donde reciba todo el cariño que queremos expresar. En esta última etapa nuestro principal pensamiento es cómo poder tratar de mejor manera al peregrino que va a venir al encuentro mundial.

La inestabilidad política en Nicaragua llevó a cancelar los días previos a la jornada en ese país, como estaba previsto. Para los jóvenes que viajen desde el norte vía terrestre, ¿está asegurado el paso hasta Panamá?

Por ahora tenemos la esperanza que puedan pasar autobuses, de no ser posible eso estamos previendo otras alternativas como vuelos charter, varias compañías ya están ofreciendo estos servicios. Pedimos a Dios que la situación de Centroamérica, sobre todo el paso de la frontera con Nicaragua sobre todo, pueda arreglarse para darle la oportunidad a miles de jóvenes que quieren viajar desde El Salvador, Guatemala o México, por ejemplo.

¿Ustedes como organizadores de la JMJ mantienen algún contacto con el gobierno de Nicaragua o es el gobierno de Panamá el responsable de eso?

El contacto es a nivel de gobiernos, a través del Secretariado Centroamericano (SICA); ahí se ha llevado no sólo el tema de Nicaragua sino el pedido de facilitar un paso más expedito en todas las fronteras de los diferentes países que se deben atravesar para llegar a Panamá. Con el aval de las parroquias, las arquidiócesis y del Estado panameño, poder facilitar a los peregrinos un paso más fácil sorteando la burocracia propia de todo paso de frontera.

En diferentes zonas de Centroamérica podrían presentarse problemas de seguridad para los autobuses, ¿han previsto esto?

La seguridad panameña ha entrado en contacto con la región para ver también esto, para asegurarse que los autobuses que vienen en peregrinación desde los distintos países puedan tener cierta protección en cada uno de sus límites. Esto es parte de un plan del gobierno de Panamá en contacto con las oras autoridades.

La seguridad es un asunto de imagen, no serían buenas para la región noticias de autobuses de peregrinos asaltados, por ejemplo…

Efectivamente, en esto hay disponibilidad de las cancillerías de cada uno de los países.

¿Qué van a encontrar en Panamá los jóvenes que no encontrarán en las otras JMJ?

Cada jornada es inédita, quiere ser el reflejo del caminar de la Iglesia. En esta ocasión van a encontrar una Iglesia centroamericana, porque no es sólo un país el organizador, es toda una región con una enorme diversidad. Encontrarán cosas muy sencillas, un pueblo muy acogedor y abierto, con una capacidad de manifestar sencillamente su fe, pero también hallarán una Iglesia que se ha puesto siempre al día.

¿Habrá un sello particular?

Los jóvenes podrán descubrir una Iglesia que vibra con este regalo que el Papa Francisco dio a la humanidad: la encíclica “Laudato Si”. Queremos que quienes participen de la jornada puedan ser también promotores del cuidado de la casa común, hemos estado preparándonos para ello en las catequesis que se darán a lo largo de esos días.

¿El Papa hará una parada antes o después de Panamá? ¿Irá a El Salvador?

Eso si no lo sabemos, hay que preguntarle a quien lleva su agenda. Lo importante es que el Papa llegará y se encontrará con esos miles de jóvenes, una manifestación de esta gran fiesta.

Por Andrés Beltramo para el Vatican Insider