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La justicia chilena continúa su incómodo cerco al Vaticano
Foto del Vatican Insider

La investigación de la justicia chilena de casos de pederastia en el seno de la iglesia continúa siendo una de las preocupaciones más grandes del Vaticano. Ahora se espera que el cardenal Francisco Javier Errázuriz, en su momento cercano con el papa Francisco, sea llamado a declarar.

El cardenal está acusado de encubrir el abuso de varios menores de edad, algo que lo ha obligado a viajar al Vaticano para renunciar al C-9, el consejo de asesores de Jorge Mario Bergoglio. La dimisión parece un favor al papa, pues ya no podrán decir que acepta la renuncia por presiones judiciales.

El problema es doble para la Santa Sede, no solo por la gravedad de las acusaciones, sino además por la exposición mediática de los allanamientos a distintas diócesis ordenados por la justicia chilena.

Errázuriz explicó en un programa de radio que “fui a Roma a despedirme del papa y a agradecerle el fecundo trabajo que nos confió para reformar la Curia Romana”, intentando desmarcar la decisión de las denuncias en su contra.

La crisis de la iglesia y los allanamientos llegó incluso a la reunión entre Sebastián Piñera y el papa Francisco el 13 de octubre, cuando el mandatario sudamericano destacó que por la división de poderes no podría intervenir en el trabajo del Ministerio Público, además de exponer la necesidad de que la iglesia recupere el prestigio perdido con los años.

Mientras todo esto avanza, diariamente continúan saliendo a la luz noticias sobre las diligencias judiciales contra la iglesia, la cual afectó incluso la asamblea plenaria de los obispos chilenos, donde fue ratificado en su cargo Santiago Silva Retamales, quien había presentado su renuncia voluntaria.

Hasta el momento existen 139 investigaciones en curso contra 190 miembros de la iglesia chilena. Asimismo, se conocen al menos 245 víctimas de abusos, incluyendo 102 menores de edad.

Con información del Vatican Insider