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La conversación del papa con el “filósofo del pensamiento débil”
Foto de AP

Hace algunos días se dio una plática breve, pero no por ello menos significativa, entre el papa Francisco y Gianni Vattimo. En la misma, el filósofo de izquierda y considerado padre del pensamiento débil no dudó en decir que “este Papa me quita la vergüenza de declararme católico”.

En entrevista para Vatican Insider, señaló que el hecho de que el papa haya decidido llamarlo por teléfono “tiene un gran significado, me conmoví y emocioné por esto, qué puedo hacer. El papa es siempre el papa, como yo soy un creyente y creo sobre todo en la Iglesia, es claro que el haber hablado con el papa me impacta profundamente”.

La conversación surgió de una manera por demás sencilla, digna de ambos. Francisco decidió marcar por teléfono al también político retirado para agradecer por su más reciente regalo, un libro que le fue entregado por un amigo en común.

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Gianni Vattimo. Foto de Vatican Insider

Vattimo explicó que durante la llamada el papa se mostró convencido que la teología necesita renovarse, por lo que planteó utilizar a Heidegger como impulsor del cambio, especialmente por su crítica a la metafísica.

“Estaba bastante interesado pero claro, es un interés como el que puede tener el Papa en estas cosas, teniendo un montón de otras cosas en las cuales pensar. Igualmente, no creo vaya a haber pronto un cambio en la teología católica”, apuntó el también profesor universitario.

El libro, titulado Essere e dintorni, (Ser y sus alrededores), podría ser su última obra, considerando su avanzada edad y sus fuerzas flaqueantes. “No sé si es perfecto, pero es el mejor aporte que puedo dar considerando mis fuerzas”, comentó. Añadió que el texto dice que “debemos luchar para hacer sobrevivir a la humanidad de la potencia niveladora de la tecnología y del capitalismo”.

El filósofo, que afirma ser más católico ahora que en su juventud, más cercano al comunismo, reconoció que antes no se identificaba por la iglesia pues consideraba esa identidad como un peso, sin embargo esto cambió con el actual pontífice.

“Espero que las cosas que él está haciendo dejen una huella importante en la Iglesia, el problema es que la Iglesia no es solamente el Papa. Debo aceptar que, todavía, no veo una gran transformación en la Iglesia en general, me parece que todavía hay una gran inercia, una especie de pereza en el gran cuerpo de la Iglesia que exige tiempo para transformarse. Al Papa le falta todavía avanzar más, me parece que es un poco lento en el decidir las novedades, pero él es el Papa y yo soy un simple fiel periférico”, concluyó.

Con información de Vatican Insider