
Los cuatro jóvenes jugadores, así como una quinta persona no identificada, fueron acusados por el Estado Islámico de ser espías kurdos
Los aficionados del Al-Shabab, de la ciudad de Al Raqa en Siria, hace mucho que dejaron de emocionarse por los partidos de futbol y ahora viven presas del terror infundado por el Estado Islámico.
La última tragedia vivida en Siria, país donde el futbol está prohibido desde hace dos años, tuvo como lamentables protagonistas a cuatro jugadores de este equipo, los cuales murieron decapitados por el grupo extremista.

Los jóvenes jugadores Osama Abu Kuwait, Ihsan Al Shuwaikh, Nehad Al Hussein y Ahmed Ahawakh, así como una quinta persona no identificada, fueron ejecutados por el Estado Islámico luego de haber sido acusados de ser espías kurdos.

El grupo “Raqqa is Being Slaughtered Silently” (Raqa está siendo sacrificada silenciosamente) compartió fotografías donde denuncia las ejecuciones de los futbolistas.


“Los acusaron de ser espías de los kurdos”, informó el grupo.
Esta no es la primera vez que el futbol se ve manchado por el terrorismo, este mismo año grupos de animación del Real Madrid en Irak han sido atacados violentamente en varias ocasiones.
Con información de The Sun