A finales de septiembre, se dio a conocer el certificado de defunción de la Reina Isabel II, en el cual se detalla que murió de “vejez”
La reina Isabel II, quien murió el pasado 8 de septiembre a los 96 años de edad, luchó en el último año de su vida contra un cáncer de médula ósea.
Lo anterior fue revelado en el libro “Elizabeth: Intimate Portrait“, escrito por Gyles Brandreth, amigo cercano al también extinto príncipe Felipe, y que saldrá a la venta en el Reino Unido el próximo 8 de diciembre.
“Había escuchado que la reina tenía una forma de mieloma, cáncer de médula ósea, lo que explicaría su cansancio y pérdida de peso y esos ‘problemas de movilidad’ de los que con frecuencia nos hablaron durante el último año de su vida”, escribió Brandreth.
En dicha ubicación se apuntó que el síntoma más común del mieloma es el dolor óseo, especialmente en la pelvis y la parte baja de la espalda, además de que el mieloma múltiple es una enfermedad que suele afectar a los adultos mayores.
Hasta el día de su muerte, el Palacio de Buckingham mantuvo discreción sobre la salud de la monarca , en donde únicamente miembros de la familia real tenían acceso a dicha información.
A finales de septiembre, se dio a conocer el certificado de defunción de la Reina Isabel II, en el cual se detalla que murió de “vejez”. el cual fue publicado por el registro civil de Escocia.
Según el documento oficial, se indica como hora de la muerte de la monarca a las 15:10 h local del 8 de septiembre.
La soberana murió en su residencia del castillo de Balmoral, que se encuentra en Escocia, rodeada de familiares cercanos en sus últimas horas.
Con información de López-Dóriga Digital