El gigantesco túnel ferroviario que atraviesa la montaña San Gotardo, en Suiza, rebasa con sus 57.1 kilómetros al túnel Seikán, de Japón
Diecisiete años de construcción, dos mil 400 trabajadores a lo largo del proyecto y una estrecha vigilancia que evitó un sobrecoste significativo durante su construcción, dieron como resultado el túnel más largo del mundo, recientemente inaugurado en Suiza.
Merecedor de la doble inauguración realizada por el gobierno suizo en ambos extremos de la obra, el gigantesco túnel ferroviario que atraviesa la montaña San Gotardo, en Suiza, rebasa con sus 57.1 kilómetros, al conocido Eurotunel del Canal de la Mancha, de 50.5 km, y al túnel Seikán, de Japón, que sostenía el récord pasado, de 53.8 kilómetros.
El presente túnel unirá la ciudad de Erstfeld, en el norte de Suiza, con la ciudad de Bodio, al sur del mismo país.
El túnel, cuyo costo estimado es de 12 mil 500 millones de dólares, fue sufragado completamente por el gobierno suizo mediante impuestos, servirá no solo para agilizar el tránsito de personas y de mercancías dentro Suiza, sino que servirá para mejorar la conexión con Alemania e Italia, buscando con ello crear un corredor confiable entre el norte y el sur de Europa.
La obra, que se encontrará completamente operativa el mes de diciembre, se espera la atraviesen hasta 260 trenes de carga y 65 trenes de pasajeros diarios, que recorrerán los 57 kilómetros en apenas 20 minutos.
La inauguración, a la que acudieron entre otros la canciller alemana Ángela Merkel, el presidente francés François Hollande o el ministro italiano Matteo Renzi, además de mil 200 invitados, es vista tanto en Suiza como en el resto de Europa como el punto de partida a un sistema integral de comunicación europea menos contaminante y de menor congestionamiento.
Redacción