
Un exagente de la DEA, Paul Campo, fue acusado en Nueva York, EE.UU. de conspirar para lavar dinero para el narcoterrorismo
Un exagente de la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA) fue acusado este viernes en una corte federal Nueva York de conspirar para blanquear millones de dólares que creía provenientes del cartel de Jalisco Nueva Generación.
El acusado, identificado como Paul Campo, de 61 años, trabajó unos 25 años para la DEA, primero en Nueva York, hasta terminar como subdirector de la oficina de operaciones financieras, según la acusación recogida por el diario New York Times.
Supuestamente, Campo y su socio Robert Sensi, de 75 años, blanquearon unos 750 mil dólares de lo que creían ser ganancias de la droga del cartel, lo convirtieron en criptomonedas y acordaron aumentar el monto del blanqueo a 12 millones de dólares.
Campo y Sensi creían estar lidiando en las reuniones, donde acordaban lo que harían, con un miembro del cartel, pero en realidad era un informante de la DEA quien les entregaba el dinero en efectivo que blanquearían.
No hay indicios de que Campo o Sensi tuvieran contacto con miembros reales del cartel Jalisco Nueva Generación -designado por EE.UU. como organización terrorista extranjera– o de que el dinero utilizado en la investigación fuera para el grupo, destaca el Times.
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De acuerdo con la acusación, Campo y Sensi se reunieron el pasado marzo con el informante de la DEA en dos ocasiones.
En la primera, en Nueva York, el informante les indicó que el cartel tenía operaciones en todo Estados Unidos y que necesitaba un método confiable para mover dinero de este país a México. La segunda ocasión fue en Florida.
En esas reuniones, Campo le indicó al presunto miembro del cartel las diversas formas en que podía blanquear ese dinero, producto del narcotráfico, entre ellas bienes raíces, tarjetas de prepago y contrabandeando el dinero en efectivo, según la acusación.
También indica que durante las reuniones con el informante, los ahora acusados habían acordado evaluar la obtención de drones comerciales, armas y equipos militar para el cartel, incluyendo rifles AR-15 y M16, carabinas M4, lanzagranadas y granadas propulsadas por cohetes.
Campo y Sensi fueron acusados de diferentes cargos de conspiración: para cometer narcoterrorismo, distribuir narcóticos, proporcionar apoyo material a una organización terrorista y cometer lavado de dinero.