Algunos compradores acudieron a los grandes almacenes de Nueva York, pero los medios locales señalaban que no había grandes filas como otros años
Estados Unidos sale a gastar en el Black Friday, el más destacado de varios días de fiebre consumista que siguen al tradicional Día de Acción de Gracias, pero en el que este año la inflación y el temor a la recesión ponen a prueba el atractivo de los descuentos del sector minorista.
Los primeros datos revelan que hay buen ánimo, ya que este jueves, después de comer el pavo asado, los estadounidenses gastaron 5 mil 290 millones en compras por internet, un récord que supera en un 2.9 por ciento la cifra de ese día el año pasado, según divulgó la firma de análisis especializada Adobe Analytics.
Algunos compradores acudieron tan pronto como a las 5 o 6 de la mañana a los grandes almacenes de Nueva York, pero los medios locales señalaban que no había grandes filas como otros años, lo que puede indicar que el tráfico en las tiendas no es fuerte pero también que la gente está siendo prudente.
Las cifras totales del “viernes negro“, tanto las del gasto en las tiendas físicas como las “online”, tardarán en conocerse, pero esa compañía templa las expectativas en cuanto al comercio electrónico, su especialidad, estimando unos 9 mil millones para este día, lo que supondría un incremento de solo el 1 por ciento.
Se espera que más de 166 millones de estadounidenses, una cifra nunca vista, vayan de compras entre el jueves y el conocido como Ciber Lunes, pero también que gasten menos que el año pasado, con una media de 833 dólares frente a los 998 de 2021, según las previsiones de la Federación Nacional de Minoristas (NRF).
Y es que la persistente inflación ha reducido notablemente el poder adquisitivo de los compradores en Estados Unidos, que este octubre vieron un atisbo de moderación en la subida de los precios pero aún así fue del 7.7 por ciento interanual, lo que previsiblemente obligará a muchos a ajustarse el cinturón y ceñirse a los chollos.
De ello son conscientes los grandes almacenes nacionales, desde Macy’s hasta Target, Nordstrom o Kohl’s, que dieron cuenta de unos resultados flojos en octubre y principios de noviembre, y que generalmente han rebajado sus previsiones de negocio para el último trimestre del año, el más importante.
La patronal minorista anticipa el mayor número de compradores en el Black Friday, que supone el inicio no oficial de la temporada de Navidad y es el día más popular, aunque cada vez gana más terreno el Ciber Lunes dedicado a las ofertas del comercio electrónico, sobre todo tras la pandemia de covid-19 en 2020.
Debido a los problemas en la cadena de suministro y el aumento en los inventarios, los minoristas han estado ofreciendo promociones desde hace semanas, lo que ha llevado a un 60 por ciento de los consumidores a adelantar su búsqueda y compra de regalos a principios de noviembre, e incluso a octubre, según la NRF.
Las categorías que más recaudan habitualmente, porque son las que la gente más regala, son la ropa, las tarjetas de regalo y los juguetes, mientras que las mayores promociones este año son las de los juguetes, rebajados en un 34 por ciento, y las de los aparatos electrónicos, un 27 por ciento, indica Adobe.
Por otra parte, la patronal destaca la preferencia de los estadounidenses por las tarjetas de regalo, que suelen ser para restaurantes, grandes almacenes o servicios y bienes, y de las que se espera una recaudación superior a la del año pasado, que fue de 28.100 millones de dólares.
Con información de EFE