
El fenómeno de “El Niño” en Venezuela ha provocado que un embalse se haya secado, a tal punto que apareciera un pueblo inundado desde 1984
La fuerza con la que está impactando el fenómeno meteorológico de “El Niño” ha provocado una de las más agudas sequías que Venezuela ha vivido en su historia, siendo la causante de crisis como la de electricidad, misma que están sufriendo millones de venezolanos con los cortes eléctricos.
La sequía dejó al descubierto las ruinas de pueblo de Potosí, ubicado en el municipio de Uribante, en el estado de Táchira, en las profundidades del Embalse “La Honda”, una obra que fue construida para dar funcionamiento al Complejo Hidroeléctrico Leonardo Ruiz Pineda.
De acuerdo con información del gobierno de Táchira, Potosí es ahora un pueblo que se encuentra fuera de las aguas que lo mantienen inmersos, después de que en el año 1984 fuese desalojado e inundado años más tarde.
De acuerdo a pobladores de la zona, entre los años 2009 y 2010 fue la primera vez en que las ruinas de los puntos más altos (para muchos la fachada de la iglesia que actúa como referente para medir la sequía y el cementerio) quedaron en la superficie, debido a la llegada del fenómeno “El Niño”.
Así, tras más de 30 años sumergido, el pueblo en su totalidad ha resurgido de las aguas.
Se vuelve atractivo turístico
La sequía ha hecho de ese lugar, en el que uno esperaría una importante cantidad de agua, y donde ahora se puede caminar en un espacio de un kilómetro cuadrado, se ha vuelto un gran atractivo turístico para la zona, colindante con Colombia.
Ver el pasto florecido, dando la vista de un pueblo que parece emerger de la tierra, es uno de los atractivos que llama a visitantes y turistas para trasladarse en el área denominado Complejo Turístico “La Trampa”.
Así, hoy en día, gracias a la fuerte temporada de sequía que ha afectado a Venezuela, las ruinas logran relatar la historia de muchos que aún recuerdan cómo era el pueblo y, que en muchas de las ocasiones, convivieron en él.
Habitantes de las localidades aledañas a la represa, señalan, como fieles testigos de cómo disminuye el agua del embalse en ciertas temporadas, que nunca lo habían visto en un estado crítico como el acutal, representando, además de la novedad en el paisaje, una importante reflexión sobre el agua y sus usos.
Redacción










