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El Vaticano denuncia publicación de carta privada dirigida al papa
Foto de AP

Este martes, el vocero del Vaticano denunció la publicación de una carta privada de varios cardenales dirigida al papa Francisco con quejas sobre la forma en que funciona su sínodo de obispos de la pastoral familiar.

El reverendo Federico Lombardi, portavoz de El Vaticano, buscó terminar la discusión por la controversia luego de que un periodista italiano publicó la carta el lunes y nombró a trece cardenales que presuntamente la firmaron.

Cuatro de ellos rechazaron haberla firmado, pero el encargado de finanzas de El Vaticano, el cardenal George Pell, afirmó que apoyó la iniciativa de otros prelados conservadores de quejarse directamente ante el papa por una supuesta falta de flexibilidad en el proceso del sínodo que, considera, implica crear “resultados predeterminados”.

La carta, escrita en inglés, expresa que el documento de trabajo para el sínodo era problemático, así como el comité de redacción del documento final, ya que sus integrantes fueron elegidos por el papa y no designados por los 270 miembros del sínodo.

La carta considera que si el sínodo enturbia las enseñanzas eclesiásticas sobre el matrimonio, la Iglesia católica deberá seguir el camino de las iglesias protestantes “liberales” que, de acuerdo con el texto, se han desplomado al haber abandonado “elementos clave de la creencia y práctica cristianas en nombre de la adaptación pastoral”.

El cardenal Pell ha estado al frente de la resistencia conservadora a los intentos de los liberales en el sínodo de flexibilizar la prohibición de administrar la comunión a los católicos vueltos a casar fuera de la Iglesia. Las enseñanzas católicas sostienen que, sin dicha anulación, esos católicos caen en adulterio y no pueden recibir los sacramentos.

Este martes, Lombardi afirmó que el papa Francisco ya ha respondido a dichas quejas y que es normal que se formulen “observaciones” sobre nuevos procedimientos.

Añadió que el proceso del sínodo se realiza en un ambiente positivo y que incluso algunos de los supuestos signatarios de la carta son moderadores de sus grupos de discusión, un indicio de su compromiso con el proceso.

A continuación, la mencionada carta, filtrada por el periodista italiano, a quien se le retiró su acreditación:

Santidad,

Mientras inicia el sínodo sobre la familia, y con el deseo de verlo servir provechosamente a la Iglesia y a usted en su ministerio, respetuosamente le pedimos que tome en consideración una serie de preocupaciones que tienen otros padres sinodales y que nosotros compartimos.

Si bien el documento preparatorio del sínodo, el Instrumentum Laboris, tiene puntos admirables, también tiene secciones que se beneficiarían de una sustancial reflexión y reelaboración. La nueva metodología que guía el sínodo parece asegurar una excesiva influencia sobre las deliberaciones del sínodo y el documento sinodal final. (…) Algunos ambientes considerarán que a la nueva metodología sinodal le faltan apertura y genuina colegialidad. En el pasado, el método de presentar propuestas y votarlas tenía como valioso fin saber la posición de los padres sinodales. La ausencia de propuestas y de las correspondientes discusiones y votaciones parecer desalentar un debate abierto y limitar las discusiones a los “circoli minori”; por consiguiente, nos parece urgente que se restablezca la redacción de propuestas que deberán ser votadas por todo el sínodo. Votar un documento final llega demasiado tarde (…)

Además, la falta de participación de los padres sinodales en la composición del comité de redacción ha creado un notable malestar. Sus miembros han sido nombrados, no elegidos, sin consulta previa. Del mismo modo, cualquiera que forme parte de la redacción de cualquier texto a nivel de los “circoli minori” debería ser elegido, no nombrado.

A su vez, estos hechos han creado el temor de que la nueva metodología no siga el espíritu tradicional y la finalidad de un sínodo. No se entiende la necesidad de estos cambios en la metodología. A un determinado número de padres les parece que la nueva metodología está configurada para facilitar unos resultados predeterminados sobre cuestiones importantes que son objeto de controversia.

Por último, y es tal vez lo más urgente, varios padres han expresado su preocupación de que un sínodo planificado para afrontar una cuestión pastoral vital -reforzar la dignidad del matrimonio y la familia- pueda llegar a estar dominado por el problema teológico/doctrinal de la comunión a los divorciados que se han vuelto a casar por civil. Si así fuera, esto inevitablemente levantaría cuestiones aún más fundamentales sobre cómo la Iglesia, en su camino, debería interpretar y aplicar la palabra de Dios, sus doctrinas y sus disciplinas a los cambios en la cultura. El colapso de las iglesias protestantes progresistas (…) justifica una gran cautela en nuestras discusiones sinodales.

Santidad, le ofrecemos estos pensamientos en un espíritu de fidelidad y le agradecemos que los tome en consideración.

Fielmente suyos en Jesucristo.

Con información de AP y La Nación