La reunión de obispos busca tocar temas como la destrucción de la naturaleza y el papel de gobiernos, empresas y organizaciones criminales en la misma
La reunión mundial de obispos convocada por el papa Francisco durante su visita a la Amazonia para octubre de 2019 generará una gran polémica. La zona se encuentra amenazada por gobiernos, empresas y organizaciones criminales.
“Tendremos reacciones no fáciles. Ya lo sabemos”, aseguró el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo.
La asamblea será realizada por voluntad del papa Francisco, quien inauguró el “camino sinodal” el pasado 19 de enero en Puerto Maldonado, Perú. En el lugar se reunió con varios de los habitantes de la gran selva sudamericana.
En el sínodo se tocarán temas importantes como el rol de los gobiernos, las multinacionales, la corrupción, y el narcotráfico en la destrucción de la naturaleza y el desplazamiento de la población local.
“Trataremos el tema desde el punto de vista eclesial y también civil, para englobar a todos”, explicó Baldisseri.
“Hoy cuando se habla del Amazonas se piensa sólo en los países de la selva, pero se necesita ampliar el horizonte. Los problemas nos llevan a las causas: de dónde surgen. Si allí existen empresas, ¿de dónde provienen? Los consumidores ¿dónde están? ¿Son empresas de gobierno, privadas? Debemos incluir no sólo a los indígenas, que son los custodios de la selva, defenderlos. Pero hay mestizos y personas de todo el mundo”, añadió.
Añadió que es esencial tomar en cuenta a los indígenas al abordar el tema del cuidado de la selva, pues son quienes viven en ella y la protegen. Consideró que cualquier otro enfoque “es una conservación falsa”.
Sin embargo, señaló que el sínodo se llevará a cabo en Roma, pues lo importantes es mandar un mensaje al mundo entero, que tiene problemas similares en otros continentes, como África y Asia.
Con información de Vatican Insider