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El papa Francisco llama a “no escandalizar al pueblo”
El papa Francisco reunido en Roma con miles de Salvadoreños. Foto de La Stampa

Los obispos de El Salvador en bloque pidieron hoy al Papa que inicie el proceso para declarar a san Óscar Arnulfo Romero, emblema de ese país asesinado en 1980 en medio de una guerra civil, como “doctor de la Iglesia”.

La curiosa petición fue avanzada por el actual arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, durante una audiencia de Francisco con unos cinco mil salvadoreños que llegaron a Roma para asistir a la ceremonia durante la cual el pontífice declaró santo al “obispo de los pobres”.

“Estamos seguros que su valiosísimo magisterio ayudará a la Iglesia, a la falta de fe y será un mensaje ante las violaciones gravísimas de los derechos humanos”, dijo Escobar Alas, frente a Jorge Mario Bergoglio en el Aula Pablo VI del Vaticano.

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El papa recibió en su audiencia de los lunes a miles de salvadoreños. Foto de Reuters

Además, “a nombre de los salvadoreños”, el clérigo invitó al Papa a visitar a su país y, que en esa ocasión, beatifique a Rutilio Grande, emblemático sacerdote jesuita también asesinado en El Salvador en 1977, a un mes de la toma de posesión de Romero como arzobispo de San Salvador.

El propio obispo confesó que, a su llegada a la arquidiócesis, uno de los que más le animó fue Grande, pocas semanas antes de su homicidio. Actualmente, el proceso de beatificación de este jesuita se encuentra abierto en la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano.

Desde hace meses, los obispos salvadoreños piden con insistencia una visita apostólica a su país. Primero apuntaron a lograr que el líder católico celebrase la misa de canonización de Romero allí, una opción que finalmente fue desechada..

En junio pasado el cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar de San Salvador, habló con él y le planteó la posibilidad de una gira corta, incluso de algunas horas, al margen del ya programado viaje a Panamá para la Jornada Mundial de la Juventud de enero. “Me gusta la idea”, deslizó el líder católico.

Tras escuchar a Escobar Alas, Jorge Mario Bergoglio tomó la palabra pero no se refirió a ninguna de las tres solicitudes: no realizó el esperado anuncio del viaje, ni se refirió a la posibilidad de beatificar a Grande.

En español, afirmó que el mensaje de san Óscar Romero va dirigido a todos sin excepción, porque todos pueden ser mártires. Además destacó que ese personaje se vio en medio de dos grandes abismos: el de la misericordia infinita de Dios y el de la miseria infinita de los hombres.

Pidió a obispos y sacerdotes cuidar siempre al “santo pueblo de Dios” sin escandalizarlo y dedicó un saludo especial a todos los salvadoreños, quienes -dijo- tienen una fe viva que expresan en diferentes formas de religiosidad popular y que conforma su vida social y familiar.

“Sin embargo, no han faltado las dificultades y el flagelo de la división y de la guerra; la violencia se ha sentido con fuerza en su historia reciente. No son pocos los salvadoreños que han tenido que abandonar su tierra buscando un futuro mejor”, señaló.

“El recuerdo de san Óscar Romero es una oportunidad excepcional para lanzar un mensaje de paz y de reconciliación a todos los pueblos de Latinoamérica”, abundó.

El título de doctor de la Iglesia lo ostentan un puñado de santos y es otorgado por el Papa a algunos de ellos en razón de su erudición o en reconocimiento de su ejemplo como eminentes maestros de la fe para los fieles de todos los tiempos.

Con información de Notimex