Se necesita comer 75 por ciento menos de carne de res, 90 por ciento menos de carne de cerdo y la mitad de huevos, indican expertos
Una investigación de expertos de varias universidades urge a reducir el consumo de carne para aminorar el cambio climático.
En el caso de los países occidentales, el consumo de carne de res debe disminuir 90 por ciento, y ser reemplazado por frijoles y legumbres.
Lo anterior, porque se necesitan cambios en la agricultura para evitar destruir la capacidad del planeta para alimentar a los 10 mil millones de personas que se espera, habiten el planeta en pocas décadas.
Expertos detallan que la industria del ganado causa un gran daño medioambiental por su emisión de gases de efecto invernadero, en tanto que la agricultura promueve la deforestación y escasez de agua.
“Alimentar a una población mundial de 10 mil millones es posible, pero solo si cambiamos la forma en que comemos y la forma en que producimos alimentos”, dijo el profesor Johan Rockström del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania.
El artículo da seguimiento al estudio sobre los efectos negativos que traería el cambio climático.
Dado que no existe una solución mágica al problema, se llama a hacer cambios en la dieta y la tecnología en las granjas, además de reducir la pérdida y desperdicio de alimentos.
En el caso de la dieta, se necesita comer 75 por ciento menos de carne de res, 90 por ciento menos de carne de cerdo y la mitad de huevos. En contraparte, se debe triplicar el consumo de frijoles y legumbres, así como cuadruplicar las nueces y semillas.
También se pide disminuir el uso de fertilizantes y cuidar las reservas de agua, en el caso de la agricultura.
“Sabemos que la elección de alimentos es muy personal, y que el cambio de comportamiento puede ser difícil de alentar, pero la evidencia ahora es inequívoca: debemos cambiar nuestras dietas si queremos tener un futuro sostenible. El hecho de que también nos hará más sanos lo convierte en una obviedad”, dijo el profesor Peter Smith, de la Universidad de Aberdeen.
Con información de The Guardian