La vulnerabilidad de las cientos de miles de casillas electorales electrónicas en Estados Unidos se ha puesto en cuestión
Tras el hackeo de los servidores electrónicos y correos del Partido Demócrata, que desató un verdadero escándalo durante su Convención Nacional en Filadelfia el mes pasado y la investigación del uso de los servidores privados de email de Hilary Clinton, que puso por momentos en peligro su campaña rumbo a la Casa Blanca; la vulnerabilidad de las cientos de miles de casillas electorales electrónicas en Estados Unidos se ha puesto en cuestión.
A menos de 80 días de los comicios electorales del 8 de noviembre, donde más de 300 millones de habitantes eligieran a todo los 435 escaños del Congreso, un tercio del Senado y al vice y presidente de la nación mas poderosa del mundo, la seguridad del voto electrónico, según expertos, está más vulnerable que nunca, a hackeos y ataques cibernéticos de gobiernos adversos, que buscarán manipular las elecciones.
“Creo que, por lo menos en las maquinas que vimos, no se le invierte nada en la seguridad de estas máquinas”, afirmó River Duncan, experto en seguridad cibernética.
Alarmante conclusión del sector privado, pero que no comparten los expertos del gobierno federal.
“Todo sistema como sabemos es hackeable, pero estas elecciones van a ser de las mas cuidadas, mas observadas a nivel mundial. Y además la ventaja de que sea electrónico es que al votante tiene que hacer su registro. Va a votar con una tarjeta que se llama Voter Card. El resultado va a ser instantáneo. A mí se me va a hacer mas seguro, porque van a ver muchos observadores. Independientemente de eso, no vas a tener que esperar a que viajen los paquetes. No vas a tener que estar preocupado de que se pierdan o que se abrieron. El sistema te permite saber en tiempo real lo que está pasando”, explicó Fernando De la Peña y Peña, ingeniero de la NASA.
No obstante, el hackeo se podría dar sin que los infiltrantes utilicen la red.
“Por lo general, en las bodegas donde estas máquinas se guardan, hay muy mala seguridad. Casi todas las máquinas son transportadas por la compañía que haya propuesto el menor costo y donde a nadie se le hace una investigación de antecedentes criminales. Además, cuando las maquinas son entregadas a los centros de voto, nadie se hace responsable de ellas, ni de su seguridad”, detalló Duncan.
Por su parte, De la Peña y Peña consideró que “es mucho mas fácil que se pueda modificar una elección, que se haga en papel y que tengan que viajar los paquetes; a que en tiempo real y de forma electrónica, se tengan los resultados en forma real”.
Donald Trump, candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, invitó a los servicios de espionaje ruso a que hackearan los correos electrónicos de su contrincante. Discurso controversial, que alimenta la expectativa de qué tan fácil pudiera un servicio de inteligencia foráneo manipular las elecciones.
“El tratar de hackear estos sistemas, por lo menos a mi opinión personal, dejaría una huella muy fácil de rastrear y crearía un conflicto internacional que se supiera que un gobierno estaría hackeando una elección de estas”, expresó De la Peña y Peña.
Asimismo, Michael Smith, experto de seguridad cibernética, explicó que “estas máquinas son modulares. Tocas la pantalla, ese es el módulo. Y cuando la presionas, manda una señal al CPU. Ahí, el CPU responde con otra señal y lo que se hace es que se intercepta dicha señal del CPU. Se permite la del voto que uno desea, y la que no, simplemente se elimina”.
Al respecto, Fernando De la Peña y Peña explica que “hay muchos sistemas. No hay acceso directo. A parte, todas las comunicaciones son encriptados. Tienen túneles de encriptación, se necesita acceso físico. Por ejemplo en la estación espacial internacional, se requiere estar en el Centro de Control de Misión, no es onda que yo me pueda meter en una computadora y comunicarme con la estación espacial internacional. Se requiere sistemas de ciberseguridad que están en sitio pero también, parte de la seguridad es que estos no están abiertos al público, son muchos servidores internos que hasta eso, le da un nivel de protección adicional al que ya se tiene”.
Pero de llegar a romper con estos protocolos de seguridad, existen ya planes de contingencia que garantizarán la integridad del voto este próximo 8 de noviembre.
“Si llegara a haber un hackeo, se descubriría en ese momento. Y habría un plan de contingencia que ya tiene el gobierno. Y si hubiera algo, tendría que haber sido de algún gobierno extranjero, pero la verdad es muy difícil. La verdad es que la capacidad que se está poniendo y los niveles de seguridad que anunció el presidente Obama son muy altos y complejos, como para que se pueda llegar a hackear”, afirmó el ingeniero de la NASA.
Desde que el exanalista de la CIA, Edward Snowden, desertó a Rusia en junio del 2013, junto con el acceso a millones de documentos ultraclasificados del gobierno de Estados Unidos, los hackeos a los sistemas más sensibles de casi todas las agencias federales y estatales de gobierno, a manos de cibernautas de gobiernos de China, Rusia, Irán y Corea del Norte se han cuadriplicado.
Hasta el momento, según la Agencia de Seguridad Nacional, no se han logrado comprometer los protocolos de seguridad de los elementos militares mas sensibles; no obstante, apenas hace un par de años, decenas de nombres y datos personales de trabajadores federales, fueron hackeados y expuestos públicamente por hackers chinos.
Este banco de datos tenía en ese entonces protocolos de seguridad mucho más estrictos que los que usan las máquinas electorales que se usarán en los comicios nacionales del próximo noviembre.
https://vimeo.com/178503666
Por Francisco Villalobos (@fvreporter). Con imágenes de Luz Franco
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