
Los latinos en Estados Unidos se están movilizando para impedir que el magnate Donald Trump gane la nominación republicana
Donald Trump está teniendo un efecto positivo entre los votantes latinos de Estados Unidos.
Sus dichos racistas, contra inmigrantes musulmanes, mexicanos, e incluso contra los ahbitantes afroamericanos han logrado una oleada sin precedentes entre los votantes hispanos en Estados Unidos.
Y es que “el efecto Trump” se empieza a sentir entre este grupo, o como asegura la activista Sulma Arias, “está aumentando el coraje de la comunidad”.
Este jueves, organizaciones del Center for Community Change Action presentaron una iniciativa multimillonaria a fin de detener el avance del empresario y aumentar la participación del voto latino. ¿El presupuesto? 15 millones de dólares para registrar minorías para votar. Todo esto con ayuda del multimillonario George Soros.

Trump es “la gasolina que va a encender esta máquina”; opina Sulma Arias, quien afirma que están organizando una campaña sofisticada, concentrando sus esfuerzos en los estados de Florida, Nevada y Colorado.
“La meta es demostrar que como inmigrantes no vamos a tolerar la retórica del Partido Republicano y vamos a demostrar que en estos tres estados tenemos el poder de votar contra esos valores”, precisa Arias.
El reto es lograr el voto de 27.3 millones de latinos, 4 millones más que en el 2012. El 44 por ciento de los votantes latinos son millenials, por lo que se complica lograr que salgan a votar, pues es un sector de la población que generalmente no lo hace.
“El mensaje es que tenemos que salir a votar si no queremos a Donald Trump como presidente”, añade Arias.
Algunos de los votantes menores de 30 años preferirían votar por Bernie Sanders, o como algunos apuntan, “cualquiera menos Trump”.
Pero Trump está cambiando las tendencias entre los millenials. Ben Monterroso, de la organización Mi Familia Vota, opina que “cada vez más jóvenes se están registrando para votar y se apuntan como voluntarios para registrar a otros. Esto nunca había pasado”.

Asegura que inmigrantes que nunca se interesaron por obtener la ciudadanía de Estados Unidos ahora están apurados por jurar la Constitución para poder votar en noviembre y detener a Trump.
“Lo triste es que ha hecho falta un Trump para movilizarnos”, añade Ashley León, estudiante latina de 24 años.
Tiene razón.
Con información de El País