
El 13 de marzo de 2013 el papa Francisco fue electo líder de la iglesia católica; se convirtió en el primer pontífice latinoamericano
El 13 de marzo de 2013, la chimenea de la Capilla Sixtina emitió la tan esperada fumata blanca, anunciando al mundo que la Iglesia católica tenía un nuevo pontífice. Tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI, 115 cardenales de todo el mundo se reunieron en el Vaticano para elegir a su sucesor en un cónclave que duró dos días y requirió cinco rondas de votación.
Un cónclave marcado por la incertidumbre
La renuncia de Benedicto XVI, anunciada el 11 de febrero de 2013, generó un escenario inusual. Hacía casi 600 años que un papa no abandonaba su cargo voluntariamente, por lo que la Iglesia enfrentaba un proceso sin precedentes en la era moderna.
Los cardenales electores llegaron al Vaticano en un ambiente de expectativa y reflexión. Se discutían temas como la crisis de credibilidad de la Iglesia, los escándalos de abuso y corrupción, y la necesidad de una renovación en la Curia romana.
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El cardenal Bergoglio, una elección inesperada
Aunque en los días previos al cónclave se mencionaban varios nombres como favoritos, como el italiano Angelo Scola o el brasileño Odilo Scherer, el cardenal de origen argentino Jorge Mario Bergoglio emergió como una opción de consenso.
En la quinta votación, la mayoría de los cardenales depositó su confianza en Bergoglio, convirtiéndolo en el primer papa latinoamericano y el primer jesuita en liderar la Iglesia. Su elección representó un cambio significativo y envió un mensaje de apertura y renovación.
“Francisco”, un nombre con un mensaje claro
Al ser elegido, el nuevo pontífice tomó el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, símbolo de humildad y cercanía con los pobres. Desde su primera aparición en el balcón de la Basílica de San Pedro, mostró un estilo sencillo y cercano, pidiendo a la multitud que rezara por él antes de dar la tradicional bendición papal.
A más de una década de su elección, el papa Francisco ha impulsado reformas dentro de la Iglesia, promovido el diálogo interreligioso y puesto en el centro de su pontificado la lucha contra la pobreza y la protección del medioambiente.
El cónclave de 2013 no solo marcó el inicio de un nuevo papado, sino que también abrió una nueva etapa en la historia de la Iglesia católica, con un líder dispuesto a desafiar las tradiciones para acercar la fe a los fieles de todo el mundo.
El papa Francisco murió este lunes 21 de abril a los 88 años en la residencia de Santa Marta.