Muchos analistas políticos temen un escenario de violencia si el resultado es muy ajustado y genera dudas
El candidato presidencial de la oficialista Alianza PAÍS, Lenín Moreno, quien prometió un “gobierno del diálogo” en caso de ganar la segunda vuelta electoral de Ecuador, llega a la contienda como puntero en las encuestas de intención de voto y de los comicios de febrero pasado.
El exvicepresidente ecuatoriano, que en la primera ronda sumó 39.36 por ciento de los votos, expuso durante su campaña los principales componentes de su plan gubernamental “Toda una Vida”, un esquema de atención social y de apoyo al desarrollo productivo durante todas las etapas de la vida de los ecuatorianos.
Durante su campaña, que inició el 10 de marzo pasado, recorrió 11 de las 24 provincias del país con caravanas, concentraciones, encuentros con gremios y organizaciones sociales que lo respaldan, como Fuerza Compromiso Social, del excandidato presidencial Iván Espinel.
“A partir del 3 de abril convoco a la unidad. Respetemos a quienes piensen diferente. Pero eso sí, a cuidar nuestros votos. Voy a dialogar, con tolerancia, escuchando, entendiendo”, aseguró el candidato oficialista el jueves pasado durante el cierre de su campaña en Quito.
Ofreció salud y educación gratuitas, además prometió que en los primeros cinco días de su gobierno se asegurará de que el impuesto al valor agregado (IVA) baje al 12 por ciento.
También se comprometió a generar 200 mil empleos para el resurgimiento de la economía, y otorgar créditos preferenciales para jóvenes emprendedores y empresarios que se desarrollen en sectores estratégicos.
De acuerdo con las encuestas de intención de voto, que se dejaron de publicar el pasado 22 de marzo en cumplimiento de las leyes electorales, Moreno se ubica como el eventual ganador del balotaje con un margen de entre 4.0 y 14 por ciento de los votos por arriba de su contendiente el exbanquero conservador Guillermo Lasso.
Moreno es un administrador público con estudios de medicina y psicología que se vinculó al mundo de la política en su interés por ayudar a las personas con discapacidad en Ecuador.
El candidato oficialista sufrió un cambio radical en su vida en enero de 1998, tras perder la movilidad de sus piernas al ser víctima de un disparo durante un asalto.
Tras una larga recuperación, Moreno se transformó en un motivador profesional ofreciendo conferencias y escribiendo libros sobre el tema.
El interés de ayudar a las personas con discapacidad lo llevó a convertirse en compañero de fórmula del actual presidente Rafael Correa por la Alianza País, un binomio que ganó los comicios de 2006.
Como vicepresidente (2007-2013) impulsó el programa Manuela Espejo, para atender a personas con discapacidad, con enfermedades catastróficas y a menores con el Virus de Inmunodeficiencia Humana/Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH/Sida), y que incluyó el pago de un subsidio mensual de 240 dólares para el cuidado de personas con limitaciones severas.
También impulsó la entrega de viviendas a este sector de la población y una ley que obliga a las empresas a contratar a personas con discapacidad.
La misión solidaria Manuela Espejo lo llevó a convertirse en enviado sobre Discapacidad y Accesibilidad del secretario general de las Naciones Unidas, cargo desde el cual impulsó que los países firmaran la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.
Casado y con tres hijas, Moreno, de 63 años, regresó a Quito para buscar la Presidencia de Ecuador, llevando como compañero de fórmula a Jorge Glass, quien lo sustituyó en la vicepresidencia en 2013.
La elección podría estar más cerrada de lo esperado
Aunque Lenin Moreno obtuvo en la primera vuelta del 19 de febrero el 39.3 por ciento de los votos – a un paso del 40 por ciento que necesitaba para evitar el balotaje – contra 28.1 por ciento de su rival de derecha, la diferencia ahora entre ambos es mínima.
Los últimos sondeos, publicados la semana pasada, indican que la diferencia entre ambos ahora es mínima y que los indecisos serán fundamentales para decidir la elección. Muchos analistas políticos temen un escenario de violencia si el resultado es muy ajustado y genera dudas.
Tanto Moreno como Lasso prometen mejoras en temas sociales, creación de empleos y crecimiento económico. Pero por caminos antagónicos.
La elección tendrá lugar este domingo.
Guillermo Lasso espera sorprender y llevarse la presidencia
El candidato a la Presidencia de Ecuador por la opositora alianza Creo-SUMA, el exbanquero Guillermo Lasso, llegará a la segunda vuelta del domingo como segundo en la intención de voto, pero con el apoyo de tres de los seis partidos que quedaron fuera de la contienda electoral.
Según la última encuesta preelectoral de Cedatos-Gallup Internacional, divulgada el 21 de marzo pasado, Lasso cuenta con una intención de voto de 47.6 por ciento, frente al 52.4 del candidato de la oficialista Alianza País, Lenín Moreno.
Sin embargo, analistas consideran que los indecisos, que según los últimos sondeos se ubican en 16 por ciento, podrían jugar un importante papel en la definición del resultado de la segunda vuelta electoral de este domingo.
Lasso cuenta con el apoyo de tres de los partidos políticos que participaron en las elecciones de febrero pasado, entre ellos el Partido Social Cristiano (PSC) y Unidad Popular, así como de los alcaldes de Quito, Mauricio Rodas, y de Guayaquil, Jaime Nebot.
Lasso, quien en los pasados comicios quedó en segundo lugar con 28.09 por ciento de los votos, tiene entre sus principales promesas la creación de un millón de empleos en cuatro años, el apoyo a la alcaldía de Quito con la construcción de un tren eléctrico en el norte, y la edificación de una línea similar en el sur.
Desde el 10 de marzo, el candidato de Creo-SUMA ha visitado Quito seis veces, una menos que Guayaquil, su lugar de residencia.
Durante su campaña de cara a la segunda vuelta electoral recorrió 13 provincias, entre ellas, las más visitadas fueron Guayas, Pichincha y Tungurahua.
Este exbanquero conservador, de 61 años originario de Guayaquil, estudió tres semestres en la Facultad de Economía de la Universidad Católica de Quito y realizó un diplomado en Administración de Empresas en el Instituto de Desarrollo Empresarial (IDE).
En 2011, la Universidad de las Américas le concedió el título de doctor honoris causa.
En 1984, a los 29 años de edad, fue nombrado presidente ejecutivo de Finansur, entidad que se fusionó en 1989 con el Banco de Guayaquil, donde ocupó la vicepresidencia ejecutiva y la gerencia general, hasta llegar 10 años después al cargo de presidente ejecutivo de la institución, que convirtió en el segundo mayor banco de Ecuador.
Es además fundador del Banco del Barrio, reconocido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) como el mayor proyecto de bancarización de Latinoamérica de 2010.
Este exbanquero católico es además presidente de la Fundación Ecuador Libre, identificada como un “think tank” (centro de análisis) que busca formular políticas públicas basadas en principios de libertad y solidaridad social.
En el ámbito político, en 1998 el entonces presidente Jamil Mahuad lo nombró gobernador de la provincia del Guayas, cargo que desempeñó por un año.
En el marco de la crisis financiera de 1999, Mahuad lo designó superministro de Economía, cargo que aceptó, para dimitir 37 días después debido a discrepancias en el tratamiento de la deuda externa.
Participó como candidato en los comicios de 2013, en los que contendió con Juan Carlos Solines como compañero de fórmula, y quedó en segundo lugar, con el 22.68 por ciento de los votos, tras el binomio conformado por Rafael Correa y Jorge Glas, que obtuvieron 57.17 por ciento de los sufragios.
En estos comicios, Lasso tiene como compañero de fórmula a Andrés Páez.
Redacción
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