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Economía de la eurozona sufre una caída récord del 12.1 por ciento por COVID-19
Foto de EFE

El Producto Interno Bruto (PIB) de la eurozona se desplomó un 12.1 por ciento y el del conjunto de la Unión Europea (UE) un 11.9 por ciento en el segundo trimestre debido a la pandemia de COVID-19, en ambos casos su mayor caída desde que comenzaron los registros en 1995, informó este viernes la oficina de estadística comunitaria Eurostat.

El coronavirus ha provocado un hundimiento sin precedentes de la economía de todos los grandes países del euro, el más acusado en España, donde el PIB cayó un 18.5 por ciento con respecto al trimestre previo, por encima de Francia (13.8 por ciento), Italia (12.4 por ciento) y Alemania (10.1 por ciento).

La contracción económica entre abril y junio ha sido más de tres veces superior a la registrada en el primer trimestre del año, que fue del 3.6 por ciento en el área de la moneda única y del 3.2 por ciento en los Veintisiete, tal y como venían anticipando instituciones y analistas económicos.

Aunque las medidas para contener la pandemia empezaron a aplicarse a mediados de marzo, fue en abril cuando se decretaron los confinamientos y restricciones más estrictas en Europa, que provocaron un enorme descenso de la actividad económica, y las medidas solo han empezado a relajarse parcialmente a mediados de mayo, lo que se refleja en los datos publicados hoy.

Si se compara con el segundo trimestre de 2019, la caída se amplía al 15 por ciento en la eurozona y al 14.4 por ciento en la UE, según la primera estimación preliminar publicada por Eurostat.

Entre los diez países para los que hay datos disponibles, España sufrió el mayor desplome con diferencia, al retroceder su PIB un 18.5 por ciento como consecuencia de la caída de la demanda nacional (consumo e inversión) y de la demanda externa (exportaciones e importaciones).

Se trata de la mayor contracción desde que comenzó la serie histórica del Instituto Nacional de Estadística en 1970 y muy superior a la segunda mayor caída trimestral de la serie, que fue el 5.2 por ciento en el primer trimestre del año.

El segundo descenso trimestral más acusado en la UE se registró en la vecina Portugal, del 14.1 por ciento, seguida de Francia, cuya economía sufrió una caída histórica del 13.8 por ciento, la mayor desde 1949.

Italia, por su parte, ha visto contraerse su PIB un 12.4 por ciento, cifra récord desde 1995, mientras que en Bélgica el retroceso trimestral fue del 12.2 por ciento y en Austria del 10.7 por ciento.

En Alemania, principal economía de la UE, el PIB se ha hundido un 10.1 por ciento, un desplome sin precedentes desde la posguerra, que es superior al 9 por ciento anticipado por los analistas y dos veces mayor que los peores registros de la crisis financiera.

El descenso del consumo privado, la inversión y las exportaciones e importaciones son el denominador común en la raíz del hundimiento económico en Europa, encabezado por España.

“El descenso ha sido relativamente similar entre países, con Alemania, Francia e Italia mostrando descensos de entre un 10 y un 14 por ciento. Pero España es un caso aparte preocupante”, señala el analista de ING Bert Colijn.

La diferencia en el ritmo de la recuperación en España con respecto a Italia o Francia es mayor de lo esperado y “con algunas medidas de reapertura que han sido revertidas en algunos lugares en el tercer trimestre, España parece dirigirse a una caída prolongada“, añade.

Aunque muchos de los indicadores de actividad económica que se desplomaron en abril comenzaron a repuntar en mayo conforme se relajaban los confinamientos, en muchos puntos de la UE se están registrado rebrotes del virus, hasta ahora localizados, que hacen temer una reintroducción de las restricciones que lastre la incipiente recuperación.

Además, los expertos vienen advirtiendo de que en los próximos meses se notará más el impacto sobre el empleo y podrían aumentar las quiebras empresariales conforme los Estados empiecen a retirar el apoyo público aportado en lo peor de la pandemia, al tiempo que podrían surgir dificultades en el sector bancario.

“Estos factores podrían prolongarse por un tiempo, haciendo imposible una recuperación rápida hacia de los niveles de PIB previos al coronavirus“, dice Colijn.

En 2019 la UE creció un 1.5 por ciento y la eurozona un 1.2 por ciento y antes de la pandemia la Comisión Europea esperaba que este año se cerrase con un incremento del PIB del 1.4 por ciento y 1.2 por ciento, respectivamente.

El coronavirus obligó a revisar drásticamente esas previsiones, que ahora apuntan a una recesión del 8.3 por ciento en la UE y del 8.7 por ciento en la eurozona en 2020 y a una vuelta al crecimiento en 2021 que, sin embargo, no permitirá recuperar en ese ejercicio los niveles de riqueza de 2019.

Eurostat publicará datos revisados del PIB y para todos los países el próximo 14 de agosto.

Con información de EFE