Owen Hanson se declaró culpable ante el tribunal federal de San Diego por dos cargos: narcotráfico y crimen organizado
Owen Hanson, exjugador de futbol americano de la Universidad del Sur de California, fue sentenciado a 21 años de cárcel por ser el líder de una violenta red internacional de narcotráfico.
El hombre de 36 años se declaró culpable en el tribunal federal de San Diego por dos cargos: narcotráfico y crimen organizado. Acordó una sentencia mínima obligatoria de 20 años y el decomiso de cinco millones de dólares en efectivo y todas sus propiedades, valoradas en hasta 20 millones.
Este viernes, un juez del Tribunal de Distrito de San Diego sentenció a Hanson a un mínimo de 255 meses de prisión, que suman 21 años y tres meses.
El exjugador fue acusado en enero por fiscales federales, junto con otros 22, por llevar a cabo una operación multimillonaria llamada ODOG Enterprise.
Hanson fue descrito como un aspirante a jefe de la mafia que traficaba una cantidad “asombrosa” de drogas a nivel internacional y suministraba esteroides y hormona de crecimiento humano a atletas profesionales estadounidenses.
Desde que se desarrolló el complejo caso en 2011, una operación masiva del FBI ha realizado docenas de detenciones en los Estados Unidos y Australia.
Según los informes, el sujeto estuvo involucrado en tráfico de drogas, apuestas deportivas ilegales y lavado de dinero, y sus redes se extendieron desde San Diego hasta Brooklyn, Australia y México.
El hombre que abrió el caso luego de dar un testimonio al FBI fue el filántropo Robert ‘RJ’ Cipriani, quien declaró ante la corte el viernes antes de que el juez diera sentencia.
Cipriani dijo que la sofisticada operación de Hanson usó la violencia y las tácticas de miedo más “aterradoras” para que los deudores cumplieran con sus demandas.
El jugador se convirtió en un objetivo de la red antidrogas, que sin éxito intentó que lavara 20 millones de dólares a través de sus apuestas en casinos.
Hanson quería que Cipriani apostara dinero de la droga y llevara lo recaudado a través de un cheque de casino a otros casinos de todo el mundo cuando se lo indicaban.
Cuando no cumplió, los traficantes enviaron a Cipriani y a su esposa un horroroso DVD a su casa de Santa Mónica que mostraba a dos hombres decapitados con una motosierra y un cuchillo por sicarios que se cree eran miembros de un cártel mexicano.
Hanson también le envió por correo una foto alterada de él mismo con una máscara de luchador mexicano sosteniendo una pala, mientras estaba de pie frente a la tumba de los padres de Cipriani. Incluso envió flores a su esposa con un mensaje atemorizantes, además de bombardearla con llamadas amenazantes.
En la corte, Cipriani agradeció al FBI por el ‘trabajo extraordinario’ que hicieron al salvar la vida de él y de su esposa, la actriz brasileña Greice Santo.
“Owen Hanson contrató a personas para intimidar, amenazar, herir, secuestrar y matarnos a mí y a mi esposa”, dijo.
Cipriani dijo que Hanson trató de silenciarlo pero falló. “Me enfrenté a él y no sería intimidado o amenazado de ninguna manera por él”.
Con información de Daily Mail