Los 40 millones de habitantes de California, considerada la quinta economía mundial, iniciaron este viernes una cuarentena por la situación del COVID-19
Los 40 millones de habitantes de California, la quinta economía mundial, iniciaron este viernes una cuarentena con la que pretenden combatir la propagación del coronavirus (COVID-19) pero con el temor a una recesión económica y a entrar en “una nueva forma de vida” en el Estado Dorado.
Desde hoy entra en efecto la orden emitida anoche por el gobernador estatal, el demócrata Gavin Newsom, para que los californianos se queden en casa y solo funcionen los negocios esenciales como las gasolineras, farmacias, tiendas de alimentos, bancos y restaurantes, éstos últimos solo permitidos vender comida para llevar.
El gobernador dijo que los hospitales y los servicios públicos se mantendrá operativos para enfrentar el COVID-19, que en estado registra más de mil 050 casos y ha ocasionado la muerte de al menos 20 personas.
Newsom comenzó la jornada de hoy agradeciendo a través de un mensaje por Twitter la labor de todos los trabajadores de las tiendas de alimentos, farmacias, y repartidores de domicilios: “Nos están ayudando a superar esto juntos”, dijo.
Decisiones difíciles
Newsom se ha convertido en el primer gobernador estadounidense en tomar una decisión de esta naturaleza, en un estado con el 39.3 por ciento de su población hispana, según datos de el Censo, y cuyo PIB reportó en 2019 un total de 3 mil 137 billones de dólares,
“En este momento necesitamos tomar decisiones difíciles”, aseguró el gobernador en rueda de prensa ofrecida anoche desde Sacramento, capital del estado. “Si se nos critica, que seamos criticados por tomar este momento en serio, que seamos criticados por ir con toda su fuerza y enfrentar el virus de frente”, reiteró.
Emulando su ejemplo, este viernes el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, decretó que todos los empleados de servicios no esenciales deberán dejar de acudir a sus puestos y trabajar desde sus hogares con el fin de reducir el ritmo de contagios del coronavirus.
Contagio en ascenso
Las autoridades californianas buscan así aplanar la curva de casos y evitar colapsar los hospitales, ello luego de que en los últimos días el ritmo de contagios ha crecido a ritmo acelerado, como en el resto del país.
El gobernador Newsom reveló en una misiva enviada al presidente Donald Trump que más de la mitad de los residentes del estado posiblemente contraerían el virus en los siguientes meses.
California proyecta que el 56 por ciento de sus residentes (25.5 millones) se infectarán con el COVID-19 durante un periodo de ocho semanas, alertó Newsom en la misiva enviada días atrás.
Newsom solicitó al Congreso mil millones de dólares en fondos federales para apoyar la respuesta sanitaria del estado, además de una expansión de los beneficios del seguro de desempleo más allá del máximo de 26 semanas, y fondos para aumentar la asistencia social a las 150 mil personas que viven en las calles del estado.
El demócrata también le pidió al mandatario que enviara el buque de la Armada estadounidense Mercy Hospital al puerto de Los Ángeles y que esté disponible hasta el 1 de septiembre, enfatizando que el estado ha ayudado a los evacuados que regresan a EE.UU a causa de la pandemia.
El primer muerto en California por coronavirus fue un hombre de 71 años y residente del Condado de Placer, al norte del estado, que había estado en el crucero Grand Princess. Tras detectarse el caso y ubicarse a decenas de contagiados, la nave atracó con sus 3 mil 500 personas a bordo en un puerto de Oakland, al norte del estado, y sus ocupantes fueron puestos en cuarentena.
Nuevo tipo de vida
Con las imágenes de las autopistas vacías, en un estado conocido por tener las carreteras con mayor circulación de coches en el mundo, los californianos se levantaron hoy a ver un panorama que – temen – cambie su estilo de vida más allá de unas semanas.
A principios de semana, al menos seis condados de California ya habían tomado la decisión de enviar a la mayoría de sus habitantes a “quedarse en casa” (“Stay Home“) y practicar el distanciamiento social.
La medida, que afectaba a 6.6 millones de habitantes del área, fue liderada por la ciudad y el condado de San Francisco. ”Estas medidas pueden interrumpir la vida diaria pero no hay necesidad de entrar en pánico”, dijo la alcaldesa de la ciudad, London Breed, al hacer el anuncio el lunes pasado.
Otros condados se unieron Breed en los siguientes días y la noche del jueves, minutos antes de que Newsom diera la orden, los cerca de 10 millones de habitantes del Condado de Los Ángeles recibían el mandato de confinamiento.
“Necesitamos ser dolorosamente honestos esta noche en la que estamos a punto de entrar en una nueva forma de vivir aquí”, dijo el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti.
De acuerdo con el Código de Salud y Seguridad de California, el incumplimiento de esta orden se considera un delito menor punible con la imposición de multas o incluso prisión.
Con información de EFE