Elecciones 2024
Elecciones 2024
Comunión a divorciados divide a obispos del Vaticano

Con una división de opiniones sobre el tema de la comunión a los divorciados vueltos a casar, se encamina a su tramo final el Sínodo de los Obispos, una asamblea episcopal convocada por el papa para analizar los desafíos de la familia en el contexto actual.

En las conclusiones de los 13 grupos lingüísticos de trabajo en que se repartieron los 270 “padres sinodales”, prevalece la voluntad por seguir analizando la situación de los divorciados, pero no existe un consenso claro sobre cómo se concretaría este seguimiento.

Dos aspectos principales emergieron del debate: por un lado el tema del acceso a la comunión de algunas personas en estas condiciones y, por el otro, la necesidad de una mayor misericordia y cercanía para con aquellos cuyo matrimonio católico ha fracasado.

Actualmente, la disciplina de la Iglesia católica prohíbe que los divorciados casados en segundas nupcias comulguen, salvo aquellos casos en los cuales los integrantes de la nueva unión vivan “como hermanos” (es decir, sin relaciones sexuales).

Comunión a divorciados divide a obispos del Vaticano - A-COLOR-SINODO

En la asamblea del Sínodo, que inició el pasado 4 de octubre y se extenderá hasta el domingo 25, una de las alternativas que se puso a debate ha sido la aprobación de un “camino penitencial” que permita a quienes lo sigan acceder a la comunión.

Sobre este punto se manifestaron los “círculos menores”. Dos grupos lingüísticos, uno de lengua francesa y otro de inglesa, dijeron no; otros dos de idioma inglés reportaron en sus conclusiones que sus miembros estuvieron divididos y no lograron acuerdo sobre el particular.

Pero una mayoría (siete círculos) se dijo favorable a seguir analizando el tema. Sólo que avanzaron diversos modelos de solución: algunos pidieron el establecimiento de una comisión especial de estudio, otros propusieron que se autorice a los obispos a analizar caso por caso.

“Respecto de la situación de aquellos que han experimentado el fracaso del matrimonio, los miembros del círculo estuvieron de acuerdo sobre la exigencia de afrontarlas promoviendo itinerarios de fe, de reconciliación y de integración en la comunidad eclesial”, indicó el grupo Italiano A.

“Se afirmó la importancia que estos itinerarios incluyan un cuidadoso y prudente discernimiento pastoral bajo la autoridad final del obispo; las conferencias episcopales están llamadas a madurar criterios comunes adecuados a la situación de las respectivas Iglesias particulares”, agregó.

El grupo B en italiano estableció que por los límites que imponen las diversas situaciones, una alternativa podría ser que cada obispo realice “un discernimiento” y apuntó que los “itinerarios de reconciliación” piden “una reflexión suplementaria”.

“Por esta razón se pide al santo padre valorar la conveniencia de armonizar y de profundizar la materia compleja (doctrina, disciplina y derecho) sobre el sacramento del matrimonio, que considere también la acción pastoral hacia los divorciados vueltos a casar”, apuntó.

Comunión a divorciados divide a obispos del Vaticano - obispos-en-sinodo-484_141331086081_1_0

Dos círculos, uno en italiano y otro en español, coincidieron en solicitar al Papa que se remuevan “algunas formas de exclusión litúrgica, educativa y pastoral, aún existentes, (para con los divorciados) y promover caminos de integración humana, familiar y espiritual”.

“Tenemos que plantear un movimiento generoso quitando del camino muchas trabas para que los divorciados vueltos a casar puedan participar más ampliamente en la vida de la Iglesia: no pueden ser padrinos, no pueden ser catequistas, no pueden dar clases de religión”, precisó el grupo español A.

“Tenemos que dar muestras de que hemos escuchado el ‘grito’ de tantas gentes que sufren y gritan, pidiendo participar lo más plenamente posible en la vida de la Iglesia”, añadió.

Insistió en la urgencia de “acabar con el continuo reproche” que los católicos “lanzan a la cara” a quienes han fracasado sus primeras nupcias, sin olvidar que también la Iglesia tiene culpa en ese fracaso ya que no los acoge, cumpliendo simplemente con las formalidades y los requisitos legales y, muchas veces, a través de secretarias.

“De igual manera, hay que acabar con la actitud elitista y sectaria que muestran muchos miembros de la comunidad cristiana hacia esas personas”, estableció.

De la misma manera, el “círculo menor” alemán indicó la obligación de los obispos de profundizar y discernir de manera seria la situación de cada divorciado, ofreciendo una respuesta que respete la doctrina católica tradicional que considera al matrimonio como un sacramento indisoluble.

Todas estas conclusiones, muchas de las cuales son contradictorias, fueron recibidas por una comisión de 10 “padres sinodales” que –en las últimas horas- ha trabajado en la redacción de un documento final.

Comunión a divorciados divide a obispos del Vaticano - ParticipantesSinodoVaticano2014_DanielIbanezACIPrensa_240815

Ese texto será sometido este día y mañana viernes a nuevas enmiendas antes de ser votado por el pleno del Sínodo el próximo sábado. Cada párrafo será votado por separado y para ser aprobado requerirá del sufragio positivo de las dos terceras partes de los votantes.

El documento final aprobado será entregado al papa Francisco quien decidirá, en un segundo momento, cómo plasmará las recomendaciones recibidas de parte de los obispos.

Sobre este proceso el cardenal arzobispo de Montevideo (Uruguay), Daniel Sturla, reconoció que existe un “deseo de apertura” de muchos obispos, pero reconoció que todavía no existe una fórmula simple que exprese concretamente esa voluntad.

Consideró necesario que la fórmula final sea “simple y no tan compleja o engorrosa” para el común del pueblo cristiano, porque los “caminos penitenciales” quedarán sólo para una élite católica.

“No existe la suficiente claridad para una respuesta simple y por lo tanto, entiendo que mientras se madura cómo será esa propuesta quizás sea mejor mantener la actual disciplina de la Iglesia que obviamente tiene elementos doctrinales y ver cómo la Iglesia hace una apertura a todas las situaciones complejas que existen”, señaló.

“La Iglesia, mientras presenta el camino de la santidad nunca puede caer en la trampa de pretender ser un club de perfectos, porque cuando lo ha hecho ha sido un desastre. Sino un pueblo de Dios en marcha, que camina, donde todos los pecadores entran”, apuntó.

Redacción