Elecciones 2024
Elecciones 2024
Argentinos responden al llamado del papa a apostar por África
Foto de Alfa y Omega

Un grupo de argentinos representa una nueva luz de esperanza para lograr la paz en la República Democrática del Congo, un país afectado por un conflicto político que parece no tener fin y que le impide salir adelante.

El grupo, conocido como FASTA, es un movimiento relativamente joven; sin embargo, es al mismo tiempo uno de los primeros en responder al llamado del papa Francisco a apostar por África, el continente donde más crece el número de católicos.

Nacida en 1962, la Federación de Agrupaciones de Santo Tomás de Aquino surge gracias a la iniciativa del sacerdote Aníbal Ernesto Fósbery con la misión de cambiar la cultura a partir de una formación espiritual y el compromiso cotidiano de laicos, sacerdotes y personas consagradas, el cual cuenta con decenas de centros educativos en Argentina.

A diferencia de otras organizaciones, que buscan llegar y expandirse ahí donde existen los recursos económicos para hacerlo, FASTA decidió ir a contracorriente y expandirse al Congo, pues “el espíritu sopla donde quiere y hay que ser dócil para ir donde El quiere”. Concebida como un movimiento local de laicos, el objetivo original de su fundador fue la formación y evangelización de los jóvenes, la familia y la cultura.

Con 85 años de edad, Fósbery nunca pensó qué sería a estas alturas de su vida cuando viajaría a un país como Congo para inaugurar una capilla de su movimiento, sin embargo lo hizo incluso contra la recomendación de varios colaboradores.

Cabe destacar que FASTA lleva ya algunos años en el país africano, principalmente como respuesta a la consternación del papa por las sangrientas guerras tribales, las cuales son alentadas por grandes corporaciones para expoliar los recursos naturales del Congo, sin importarles recurrir a la explotación infantil para ello.

Para apoyar su misión en África, la organización no cuenta solo con el apoyo de laicos y religiosos argentinos y congoleños, sino también un licenciado en Administración de Empresas y un ingeniero en Sistemas. Su objetivo es brindar sensibilidad al proyecto y sus metas a largo plazo de fundar una escuela y dar cursos de humanística cristiana, así como de promoción de negocios y empresas.

La importancia del proyecto en la República Democrática del Congo no es menor, pues se trata de una nación frágil y poco desarrollada, joven e inestable, con solo 50 años como país independiente.

Con información de Alfa y Omega