En México hay 19 asesinatos por cada 100 mil habitantes. El PIB per cápita podría subir un 25 por ciento si no hubiera violencia
En América Latina y Caribe, el año pasado fueron asesinadas casi 135 mil personas, según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que ha organizado una reunión de expertos de una semana en Buenos Aires.
El combate a estos niveles de violencia genera un costo de 120 millones de dólares al año, lo que representa 200 dólares por habitantes, tanto que América latina podría tener un PIB per cápita de un 25 por ciento superior si lograra cifras de inseguridad similares a las del resto del mundo.
En América Latina prevalece la inseguridad ciudadana y la desigualdad, a pesar de que en los últimos años, con el enorme crecimiento económico producto del boom de las materias primas y con las políticas redistributivas de gobiernos de izquierda, se ha reducido la pobreza en casi todos los países, se amplió la cobertura educativa y sanitaria, pero casi ninguna nación ha conseguido mejorar los índices de seguridad, al contrario empeoran como en el caso de Argentina.
“Desde hace 10 años venimos empeorando sistemáticamente. Argentina está en índices más bajos que el resto de países de la región pero si nos comparamos con nosotros mismos estamos peor. Tenemos un índice de 6 asesinatos cada 100 mil habitantes, poco para la región, pero es el doble que hace 20 años. Y está aumentando mucho el nivel de delito violento sin homicidio”, explica Eugenio Burzaco, número dos del Ministerio del Interior argentino, anfitrión del encuentro en el que participan altos representantes de 16 países.
En Honduras hay 84 asesinatos cada 100 mil habitantes (datos de 2013), en Venezuela 53, en Colombia 31, en Brasil 28 y en México 19. En la parte más baja está Chile con 3 cada 100 mil.
Solo el gasto en policías, en el continente, según el BID supone 51 millones de dólares al año. “Latinoamérica está de media en 23 homicidios cada 100 mil habitantes. Es el doble de África y el quíntuple de Asia. Uno de cada cinco latinoamericanos lo ve como su principal problema”, asegura José Luis Lupo, representante del BID para el Cono Sur.
Con Información de El País