Durante la ceremonia de graduación del instituto que asegura lo reprimió, el joven acudió en tacones y vestido a medida de protesta
El Instituto de Tecnología Aeronáutica de las Fuerzas Armadas brasileñas entregó el 17 de diciembre los diplomas de graduación a sus alumnos, entre ellos Talles de Oliveira Faria, un joven de 24 años de edad, quien, a manera de protesta por el bullying sufrido debido a su preferencia sexual, decidió ir vestido de mujer.
El joven se recibió como ingeniero informático y recogió su título usando un vestido morado, tacones y maquillaje, pero a la mitad de camino se arrancó el vestido y mostró una camiseta en la que se leía que el instituto se había mostrado intolerante durante los años que él había estudiado ahí y este gesto no solo denunciaba el acoso y los insultos: también ilustraba que no habían servido para que él dejase de ser como es.
Más tarde, Talles escribió en su cuenta de Facebook, “Desde los 12 años llevo oyendo cosas maravillosas sobre el Instituto. Que es una de las mejores universidades del país, que te abre una cantidad de oportunidades. El instituto era mi sueño. No sabía que iba a ser la mayor decepción de mi vida… Hice la educación secundaria en una escuela militar y ya fui con miedo de que descubriesen mi orientación sexual y me echasen. Desde pequeño nos enseñan que ser lesbiana, gay, bisexual o transexual es algo vergonzoso y luego tardamos mucho en superar esas heridas. Cuando llegué al Instituto, decidí que ya bastaba. O me aceptas por lo que soy o van a ser expuestos por lo que ustedes son”.
El joven aseguro que en el instituto, “No me aceptaron. Fueron violentos conmigo, se rieron de mí, intentaron que me volviese invisible… La homofobia se manifiesta a través de la invisibilidad, la burla y la expulsión de los que osan revelar su orientación sexual. Pasan los años y los homosexuales que estamos ahí tenemos que vivir marginados para que no nos descubran”, seguró Talles.
Finalmente, contó que fue desde el tercer año que empezó a planear su venganza, “Ahí ya sabía que, cuando me graduase, iría con el vestido… Mi primera idea fue llevar algo glamuroso, una cosa bien rebuscada. Pero, como había tanto que denunciar, me pareció que más importante que estar bonito era llamar la atención sobre los problemas”, por eso mostró la camiseta con la lista de denuncias que llevaba bajo el vestido.
Con información de El País