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Alemania prolonga hasta el 31 de enero las restricciones contra el COVID-19
Foto de EFE

Alemania acordó este martes prolongar hasta el 31 de enero las restricciones contra el COVID-19 -incluido el cierre de colegios y comercios no esenciales- y endurecer algunas de ellas, como la de las reuniones privadas, que a partir de ahora sólo podrán incluir a una persona que no viva en el domicilio.

La decisión se incluye dentro del nuevo paquete de restricciones a la vida pública y la actividad económica que han acordado la canciller alemana, Angela Merkel, y los jefes de los 16 ejecutivos regionales del país para atajar la propagación del coronavirus.

Además, indicó que había acordado con los jefes de los 16 ejecutivos regionales del país endurecer algunas medidas, como la relativa a las reuniones privadas, que a partir de ahora sólo podrán incluir a una persona que no viva en el domicilio.

Asimismo se acordó la primera restricción a escala nacional de la movilidad a causa de la pandemia. En las áreas donde se superen los 200 casos por cada 100 mil habitantes en siete días se limitará el movimiento de sus habitantes a un radio de quince kilómetros desde su localidad de residencia.

Las medidas se deben prolongar y en algunos puntos endurecer”, aseguró Merkel en la rueda de prensa que ofreció tras una negociación de más de cinco horas con los líderes regionales para consensuar el catálogo de medidas: “Los contactos deben reducirse al mínimo absoluto”.

Además de las cifras de nuevos infectados y muertos, la canciller indicó, como razones para esta serie de decisiones, la aparición de la mutación detectada en el Reino Unido, al parecer más infecciosa, y el estado “muy, muy próximo a la situación límite” del sistema sanitario alemán.

Merkel reconoció que la decisión de mantener los colegios cerrados -con educación a distancia- hasta finales de enero es una medida “dura” para las familias, pero necesaria para reducir los contactos interpersonales.

Como compensación para las familias se han duplicado, de cinco a diez, los días en que cada progenitor se podrá tomar de baja a lo largo de este año por enfermedad del hijo, y su cuidado en casa servirá como argumento.

Merkel agregó que las personas que provengan de zonas de riesgo deberán realizarse una doble prueba: una para entrar en el país (o inmediatamente al llegar) y la segunda, tras al menos cinco días de cuarentena.

El debate sobre la vacunación

La prolongación de las restricciones se daba por hecho desde este lunes en los medios alemanes y una gran mayoría de la población, según una encuesta, consideraba que era lo correcto dada la evolución de la pandemia.

El debate estos días en Alemania gira en torno al inicio de la campaña de vacunación y a la escasez de dosis para el país más poblado de la UE, con 83.2 millones de habitantes.

Las críticas se centran en el ministro de Sanidad, Jens Spahn, y en la decisión de aprovisionarse de vacunas a través de la Comisión Europea, algo que ha llevado a Merkel a convocar una reunión sobre este asunto mañana con los ministros involucrados.

Merkel defendió que el procedimiento comunitario común es la vía “correcta” para conseguir la vacuna y añadió que no entendería, en una situación como la actual, “actuaciones nacionales en solitario”, como han reclamado algunos críticos al considerar que Berlín lo hubiese hecho mejor que Bruselas (logrando más dosis más rápido).

La canciller, además de la baza de la cohesión europea y la solidaridad europea, tocó otro argumento más pragmático: Alemania está “rodeada” de países con los que comparte un “mercado común” en el que no hay fronteras, por lo que sería poco efectivo vacunar a los nacionales si los vecinos comunitarios no lo están.

Es en interés de Alemania” procurarse las vacunas dentro del mecanismo comunitario, subrayó la canciller, quien avanzó que las dosis, que aportan “perspectiva de normalización del día a día”, serán aún escasas durante todo el primer trimestre.

Además, apuntó que la Comisión solo puede hacer “lo que los Estados quieren” y que fueron los socios europeos quienes decidieron con qué productores se negociaba, a quiénes se daba prioridad y cuántas vacunas se adquirirían.

Alemania no logra reducir el número de contagios tras dos meses de restricciones. Este martes comunicó 11 mil 897 nuevos contagios (una cifra influida por los recientes festivos) y 944 muertes, con lo que acumula un millón 787 mil 410 infecciones y 35 mil 518 óbitos.

Con información de EFE