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“Ahí viene, voy a morir”: víctima de masacre de Orlando

Mientras se desarrollaba el peor tiroteo masivo en la historia de Estados Unidos, algunas personas tuvieron la oportunidad de mandar mensajes de texto y publicar tuits en los que alertaban de la situación en Orlando.

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El post del club en su perfil de Facebook durante el tiroteo

Eddie Justice es una de las víctimas que pudo comunicarse con su madre durante la balacera en el club Pulse en Florida.

De acuerdo a su madre, Mina Justice, Eddie la contactó vía mensajes de texto pidiéndole que llamara a la policía mientras se escondía en el baño durante el ataque.

“Ahí viene”, se lee en uno de los mensajes que Eddie envió a su madre. “Nos tiene, y aquí está con nosotros”, fue el último texto, de acuerdo a las palabras de Mina.

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Mina Justice

La conversación comienza con un “Te amo”, antes de informarle sobre el atacante. “En el club están disparando”. Al preguntarle si estaba bien, Eddie le responde que está atrapado en el baño.

“Llámalos mamá. Ahora. Te digo que estoy en el baño. Ahí viene. Voy a morir”, fueron las palabras de Eddie.

Recordando la llamada con su hijo, Mina Justice explicó que podía oir a mucha gente dentro del baño llorando, sin saber exactamente cuántas personas estaban con él en ese lugar y si alguno de ellos estaba herido.

En un punto la mujer le pidió a su hijo que dejara de hablar y se comunicaran vía mensajes de texto, hasta que estos dejaron de llegar.

El lunes por la mañana se confirmó que Eddie fue una de las al menos 50 personas que perdieron la vida en el tiroteo.

Algo similar vive Christine Leinonen, quien manejó a Orlando a las 4:00 h después de enterarse del tiroteo por medio de un amigo de su hijo, Christopher Leinonen, quien estaba en el Pulse y se encuentra desaparecido.

“Estos son asesinatos sin sentido de nuestros hijos. ¡Están matando a nuestros bebés!”, dijo a los medios mientras lloraba.

Christopher, de 32 años, así como su novio Juan Ramón Guerrero, también forman parte de aquellos que murieron en el incidente. Su amigo, Brandon Wolf, sobrevivió escondiéndose en un baño y huyendo mientras ocurría la masacre.

“La música se detuvo”

Testigos revelaron que previo al ataque contra el club vieron a un hombre armado acercándose al Pulse.

Jon Alamo dijo que vio, mientras se encontraba en la parte trasera de uno de los salones del centro nocturno, como un hombre se acercaba al frente de la habitación portando un arma. “Escuche 20, 40, 50 disparos. La música se detuvo.

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Rob Rick recuerda que todo pasó alrededor de las 2:00 h, justo antes de la hora de cierre. “Todos estaban tomando su último trago”, refiere. Para algunos fue no solo el último de la noche, sino de su vida.

Rick agrega que dentro del antro había alrededor de cien personas cuando empezaron los disparos, momento en el que se tiró al piso y se arrastró a la cabina del DJ.

Uno de los cadeneros del club tiró una de las paredes que servían para dividir el área de la discoteca de la designada solo para trabajadores, lo que ayudó a que algunos de los asistentes escapara por la parte trasera del lugar.

Javer Antonetti también recuerda los disparos. El hombre de 53 años se encontraba en la parte de atrás de la zona de baile cuando comenzó el tiroteo. “Hubo demasiados disparos, al menos 40. Ví a dos hombres y fue constante, como ‘pow, pow, pow'”, refirió.

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“Había sangre en mi brazo y no sabía si era mía o de alguien más”. Christopher Hansen, sobreviviente a la masacre

Christopher Hansen estaba en el lounge VIP cuando comenzó a oír los disparos, que continuaron cuando salió del lugar y al llegar con la policía, que les dijo que se alejaran del club.

Afuera, personas heridas permanecían tendidas en la calle.

“Pensé, ¿estás bromeando? Así que sólo me deje caer. Dije por favor, por favor, por favor, quiero lograrlo. Y cuando lo hice, vi personas con disparos. Vi sangre. Tú esperas y rezas que no te disparen”, dijo.

“Pensé que los disparos eran parte de la música”

Kenneth Melendez es otro de los asistentes a la discoteca gay que sobrevivió al ataque y contó su experiencia.

“Al principio, cuando escuché los disparos, pensé que eran parte de la música, pero después nos dimos cuenta que en verdad estaba pasando. Comencé a correr y vi a alguien sangrando del brazo, y entonces tomé conciencia de que el tiroteo en verdad estaba ocurriendo. Seguí corriendo”, relata Melendez.

“Es algo que solo ves en las películas, pero nunca piensas que te podría pasar a ti”.

Otro testigo señaló que las ráfagas duraron lo mismo que una canción entera.

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Sobrevivientes a la masacre de Orlando

Una barista, Tiffany Johnson, también confundió los disparos con música, pero luego de una segunda ráfaga hubo una pausa, seguida de más disparos. En ese momento se dio cuenta de que algo estaba mal, por lo que se tiró al suelo y comenzó a avanzar hacia la salida. Corrió hacia un restaurante de comida rápida al otro lado de la calle y se encontró con uno de sus clientes, con quien huyó en su automóvil.

Jackie Smith iba con dos amigos cuando comenzó el tiroteo. Ambos de sus acompañantes recibieron disparos. “Un tipo entró y empezó a dispararles a todos. Tenía un rifle automático, así que nadie pudo evitarlo. Yo solo traté de salir de ahí”. Aún no sabe cómo están sus amigos.

Florida identifica primeras víctimas

Las autoridades han revelado los nombres de las primeras víctimas de la masacre en el club nocturno.

En su sitio web, la ciudad de Orlando reveló hasta el momento los nombres de algunos de los muertos durante el acto terrorista: Edward Sotomayor Jr., Stanley Almodovar III, Luis Omar Ocasio-Capo, Juan Ramon Guerrero, Eric Ivan Ortiz-Rivera y Peter O. Gonzalez-Cruz.

Redacción