Según fiscales brasileños, el expresidente sería el dirigente de una red de corrupción que habría recibido sobornos de parte de Petrobras
Fiscales brasileños han acusado al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva de ser el jefe máximo de una red de corrupción en Petrobras que sería uno de los golpes más duros contra el político en sus aspiraciones de volver a la vida política.
Esta es la primera vez que Lula, a pesar de ser el político más popular de Brasil es acusado, junto con su partido de ser parte de una red delictiva.
La defensa del político ha señalado que los fiscales carecen de evidencias para respaldar estas acusaciones y que todo se trataba de una persecución política que tiene como objetivo dañar la imagen de Lula con miras a las elecciones de 2018.
Este escándalo contribuyó en gran medida a la baja de la popularidad del partido de los Trabajadores de Brasil y que terminó con la salida de la presidenta Dilma Rousseff.
El fiscal Dallagnol explicó que Lula, debido a su posición de control del Partido de los Trabajadores y del gobierno de Brasil se convirtió en la figura central del esquema de corrupción.
Los fiscales han señalado que Lula habría recibido más de 21 millones de pesos en sobornos de parte de la petrolera así como un departamento de lujo en Sao Paulo.
La caída de Rousseff está impulsada por la recesión de Brasil y su escándalo de corrupción lo que ha hecho que decenas de políticos perdieran sus posiciones como funcionarios y ahora traten de defender sus carreras.
Encuestas recientes han demostrado que Lula es uno de los favoritos a ganar la próxima elección presidencial, sin embargo, las nuevas acusaciones en su contra podrían significar un duro golpe para sus aspiraciones.
Con información de The Guardian