La exposición en el Colegio de San Ildefonso muestra la riqueza cultural y científica del Islam de los siglos VII al XIX
Desde el principio del siglo XXI la gran mayoría de la gente confunde a la religión musulmana como un sinónimo de violencia, terrorismo, sumisión de las mujeres, machismo, entre otros defectos que muchos podrían creer un infierno; sin embargo, esa percepción, aunque es real, no es la preponderante.
Exactamente esa visión del musulmán terrorista es la que se quiere atacar en la exposición “Entre lo terrenal y lo divino”, que se ubica en el Colegio de San Ildefonso, donde se muestra lo que realmente es y fue el Islam, con toda su riqueza cultural y científica.
A lo largo de la exposición, uno puede admirar lo importante que es para los musulmanes de varias partes del mundo, con sus propios medios e idiosincrasias, el expresar la palabra de Alá a través de el arte, la ciencia y los objetos que realizaron, razón por la cual se consideró el título “Entre lo terrenal y lo divino”.
La manera de expresar la palabra de Alá, es por medio de la perfección, y esta es expresada en la caligrafía. Por tal motivo, todo tipo de objeto tiene un detalle y simetría impresionante, así como representaciones impecables de las letras árabes, en específico las escrituras como el Corán, el cual es el libro sagrado del Islam.
Las matemáticas son otra manera de expresar esa “perfección divina”, por eso realizaron varios adelantos científicos que posteriormente fueron tomados por los europeos. ¿Quién no recuerda una de las torturas de las escuelas: el contenido del Baldor? Gracias a ese desarrollo en las ciencias, los musulmanes pudieron realizar avances en la astronomía, en la medicina y hasta en la navegación.
Finalmente, la exposición tiene como objetivo demostrar que el arte islámico no es uniforme, debido a que tanto como se fue expandiendo la religión por el norte de África, Medio Oriente, Asia Central y España, cada uno de los fieles expresaba su devoción a Alá con los materiales que poseían en sus lugares de origen, y en la manera que les parecía más correcta. Siendo, mediante el comercio de objetos, la manera en la que se podían conocer las técnicas de otras partes del mundo musulmán.
La exposición del arte islámico de los siglos VII al XIX es única en el mundo y vale mucho la pena verla en el Colegio de San Ildefonso, que se ubica en la calle Justo Sierra 16, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, justo atrás del museo del Templo Mayor.
La admisión es de 45 pesos de miércoles a domingo, mientras que el martes es entrada libre.
Por Alejandro Toral