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El día que Marilyn mostró en México que no usaba ropa interior
Foto de Internet

La madrugada del 5 de agosto de 1962, la actriz estadounidense Marilyn Monroe fue hallada sin vida en su casa de California en medio de una larga serie de situaciones extrañas, aunque la versión oficial arrojó que la causa de su muerte había sido una sobredosis de barbitúricos, por lo que se sospechó de un suicidio.

Desde entonces, la muerte de uno de los iconos de la historia del cine es todo un misterio,  pero siempre será mejor recordarla como el símbolo sexual que era. Precisamente uno de los capítulos en los que demostró por qué era uno de los personajes más sensuales de su época se registró en la Ciudad de México, unos meses antes de su muerte.

La conferencia de prensa en el Hotel Continental

Del 20 de febrero al 3 de marzo de 1962, Marilyn viajó a México con el fin de comprar muebles en Taxco (diseñados por el estadounidense William Spratling, que vivía en esa ciudad) y aprovechó para realizar otras actividades, como comprarse un suéter en Chiconcuac y visitar Acapulco.

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Este sueiter fue adquirido por Marilyn durante su visita a México

La diva daría una conferencia de prensa en la Ciudad de México, la única que ofrecería durante su visita, y que se llevaría a cabo en el Hotel Continental, localizado cerca del cruce de Insurgentes y Reforma y que fuera demolido 23 años después, tras destruirse parcialmente durante el terremoto de 1985.

Esa tarde del 22 de febrero de 1962, la prensa se dio cita en uno de los salones de ese hotel para conocer en persona a Marilyn, entre ellos el fotógrafo mexicano Antonio Caballero, que trabajaba para el extinto periódico Cine Mundial, especializado en espectáculos y que ponía especial énfasis en los contenidos gráficos.

La cita era a las 14:00 h, pero la estrella de filmes como “Los Caballeros las Prefieren Rubias” llegó hasta un par de horas después, en medio de una sala llena de reporteros desesperados y que, cuando la vieron entrar, de inmediato se abalanzaron sobre ella, generado un verdadero tumulto.

Aunque estaba rodeada de reporteros que disparaban los flashes de sus cámaras y le acercaban micrófonos, Marilyn se mantuvo en calma.

Pero el desorden hizo que Antonio Caballero quedara en cuclillas, justo frente a ella y a solo unos centímetros, lo que para un fotógrafo es una desventaja, ya que no podía abrir la toma para captarla de cuerpo completo.

Los organizadores del evento colocaron un sillón y una mesa, sobre la cual había una copa y una cubeta en la que se enfriaba una botella de champaña. Marilyn se sentó en el sillón, tomó la copa, extendió su brazo para que le sirvieran la champaña y cruzó la pierna para empezar a platicar con los reporteros.

Al mismo tiempo, Antonio Caballero disparó su cámara tipo Yashica Mat (no tenían visor, es decir, no se podía mirar qué se retrataba, sino que solo se apuntaban hacia el objeto a fotografiar) y esperó al final de la conferencia para revelar el rollo.

La conferencia fue desordenada, con reporteros inexpertos que hacían preguntas fuera de lugar y en la que la diva no dijo nada relevante. Así que lo que pasaría a la historia, no serían sus declaraciones.

¿Y la ropa interior de Marilyn?

En el laboratorio de revelado, Antonio Caballero descubrió que una de las fotos que había tomado era sumamente especial, porque en ella aparecía una sonriente Marilyn Monroe con las piernas entreabiertas… y dejando ver que no usaba ropa interior.

El periódico decidió no publicar de inmediato la imagen, pero un par de días después apareció en sus páginas, aunque censurada con una franja negra.

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La foto que se publicó en Cine Mundial

Antonio Caballero, que también es uno de los pioneros del antiguo género de la fotonovela en México, recibió 10 pesos (de los de aquella época) por esa imagen, pero logró tal fama que hasta pudo vender una copia por el doble, es decir, 20 pesos.

La imagen acarreó varios problemas, por ejemplo, hubo otros fotógrafos que se adjudicaron la foto; además, el negativo le fue robado a Antonio Caballero por un colega, al que incluso tuvo que demandar.

Finalmente, el fotógrafo registró la imagen ante Derecho de Autor por recomendación del periodista Vicente Leñero.

El “flashing” de Marilyn Monroe sirvió para alimentar su leyenda de símbolo sexual.

Por Carlos Tomasini (@carlostomasini)