Donan casa donde García Márquez escribió ‘Cien años de soledad’

La casa ubicada en San Ángel Inn que sirvió como residencia de la familia García Márquez de 1965 a 1967 y donde el escritor colombiano escribió ‘Cien años de soledad’, fue donada este martes a la Fundación para las Letras Mexicanas.

El inmueble, ubicado en el número 19 de la calle de la Loma, se convertirá en un espacio desde donde se impulsará la literatura por lo que ahora será conocida como Casa Estudio y contará con un programa coordinado por Geney Beltrán y con la colaboración de Juan Villoro.

Al respecto, Miguel Limón Rojas, presidente de la Fundación para las Letras Mexicanas habló en el espacio de Radio Fórmula de Joaquín López-Dóriga.

Se trata de una noticia hermosa porque es la casa en la que el ‘Gabo’ pudo escribir esta novela extraordinaria de la que todos los latinoamericanos nos sentimos orgullosos porque está escrita en la Lengua de Cervantes”.

Limón Rojas aseguró que en 2007 se pudo cuantificar que habían sido vendidos 50 millones de ejemplares de ‘Cien años de soledad’.

La novela ha sido traducida a 35 idiomas. Es un texto que algo tiene y la verdad es que lo que tiene es hermosura por todas partes porque todas sus frases brillan no solamente porque están pulidas, porque están escritas con tanta belleza sino porque dicen verdades de fondo muy hermosas y porque dan a conocer a los personajes que en cierta medida fueron reales y en otro aspecto fueron fabulados por García Márquez”.

Limón apeló a la poderosa imaginación de García Márquez y su capacidad de narrar.

Era importante su capacidad de inventar del lado de la realidad y hacer la realidad inverosímil y hacer su fantasía verosímil ese es el poder enorme del escritor”.

Acerca de la anécdota del pago de la renta de la casa en la que el escritor creó su obra, Limón contó:

Le habló a don Luis Coudurier porque García Márquez había dejado su empleo y ya no percibía dinero mensualmente, debido a esto, don Luis ya no recibía la renta y tampoco la iba a recibir porque, le explicó Mercedes, ‘mi esposo está concentrado en escribir la novela’ y no le podían pagar hasta que terminara. García Márquez le dijo a Mercedes que le dijera a don Luis que con ese libro le iba a pagar.

Don Luis aceptó pero le preguntó en qué tiempo le iba a pagar.

Ella le dijo que en nueve meses como si de un parto se tratara. Gabo le ofreció firmar algunos documentos para que él tuviera seguridad pero don Luis únicamente le dijo ‘con su palabra me basta’.

Eso fue algo muy hermoso porque entonces para Gabo fue ‘hay alguien que me crea, que me crea con consecuencias económicas, que está compartiendo mi apuesta y que cree que lo que estoy haciendo’.

Esto fue algo muy bello y gracias a eso, García Márquez pudo concluir su novela”.

Acerca de la relación del escritor y Coudurier, Limón reveló que durante varios años ambos fueron muy buenos amigos.

Hay otros hechos muy interesantes como que el mismo propietario y García Márquez se hicieron amigos. Ese hombre fue a morir al espacio en el que el Gabo escribió, se fue a refugiar a ese lugar en el último tramo de su vida y allí murió. García Márquez lo recordaba entrañablemente y Mercedes se sigue refiriendo a él como ese elegante caballero”.

Limón explicó cómo fue que la casa fue donada por la hija de Coudurier.

Su hija Laura tuvo un arreglo fraternal con sus hermanos y se hizo de la casa porque ella sentía que tenía un compromiso con su padre para darle sentido a ese espacio.

Fue a la Fundación para las Letras Mexicanas, de la que estoy encargado y fue a que le ayudáramos a pensar qué podía hacer con ese espacio. Ella vio los programas de la Fundación, lo que estamos haciendo, la paseamos por la casa, le fue gustando todo aquello y le dije mira, ‘aquí estuvo García Márquez cuando esta institución nació, cuando ya no se pudo continuar con la Fundación Octavio Paz y que se creó la Fundación para las Letras Mexicanas. Fue el Gabo quien me ayudó a elaborar el programa de actividades’.

Ella vino varias veces, se sentó con los becarios, vio las fotos y se conmovió mucho, tuvimos largas pláticas. Decidió donar la casa y preguntó qué se podría hacer con ella.

Le presenté las líneas, le preparamos una propuesta que a ella le entusiasmara y notó que no solo se podía preservar ese espacio de manera esmerada por el valor emblemático que tiene sino que fuese también un lugar de inspiración para la creación literaria, para la discusión, el análisis, el diálogo, de propuestas que puedan enriquecer a la literatura universal”.

Y respecto al futuro que le espera a la emblemática casa, el director de la FLM, dijo:

Esperamos que allí se genere literatura y que de allí salgan nuevos libros con oportunidades para los escritores que tienen tanto qué decir”.

El origen de ‘Cien años de soledad’

Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha vivieron en la casa de San Ángel Inn en un momento en el que García Márquez carecía de inspiración.

En su libro ‘Vivir para contarla‘, García Márquez relata que fue durante un viaje a Acapulco cuando tuvo la idea de la novela que lo colocaría como uno de los referentes de la literatura en español.

El autor aseguró que se encerró en su casa durante 18 meses a escribir hasta que pudo terminar, sin embargo, la precaria situación económica de la familia provocó que no pudiera enviar más que en dos partes el manuscrito de la novela a Argentina, donde se editó por primera vez en la editorial Sudamericana.

La donadora de la casa donde tuvo su origen tan fundamental texto, Laura Coudurier, reveló que en 2005 su padre, Luis Coudurieren, se reunió con el Premio Nobel y se comprometió a que el sitio se utilizara como un centro de desarrollo literario por ser el lugar en el que tuvo origen ‘Cien años de soledad‘.

El recinto cuenta con 260 metros cuadrados; el estudio donde se escribió la novela es de cuatro por tres metros; posee tres estudios más y una sala de conferencias. La casa todavía posee las mismas características de cuando García Márquez la habitaba; sin embargo, será rehabilitada para poder cumplir con su nuevo fin.

Con información de López-Dóriga Digital y Notimex