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Starbucks abre su primera cafetería en Italia
Foto de Reuters

La cadena estadounidense Starbucks inauguró una cafetería en Milán, la primera en Italia, un país donde el café es casi una religión y donde cada año se sirven miles de millones de expresos.

La marca, que ya está muy implantada en Europa, ha retrasado su llegada a Italia, inicialmente prevista en 2017, para hacer las cosas lo mejor posible.

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Foto de AFP

La cafetería, llamada “Reserve Roastery”, abrió sus puertas al público el viernes por la mañana, tiene dos 300 metros cuadrados en un edificio histórico situado en el centro de Milán.

El local, con una decoración elegante de tipo industrial, propone cafés procedentes de más de 30 países distintos, así como cócteles y comida.

“Esto es para turistas. Vamos. Es para turistas”, dijo Emanuele Barozzi, de Milán, mientras hacía cola con cientos de personas que esperaban visitar el nuevo lugar. “¡Esto no se convertirá en mi cafetería!” él proclamó.

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Foto de AFP

Howard Schultz, el hombre que hizo triunfar a Starbucks en todo el mundo y ahora ejerce como presidente honorífico de la compañía, aseguró que el grupo llega “con humildad” a Italia.

“Fue en Milán, en 1983, donde para mí empezó todo, el café italiano captó mi imaginación (…) Durante todos esos años soñé que un día volveríamos”, explicó Schultz, esperando que la marca se ganará “el respeto de los italianos”.

Cada año se sirven en Italia seis mil millones de expresos, según datos de la federación Fipe.

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Foto de Reuters

Starbucks ofrece la posibilidad de quedarse más tiempo en la cafetería, gracias al wifi, y ofrece un entorno distinto a los cafés tradicionales, donde el expreso suele tomarse de pie en tan solo unos minutos.

“Habrá que ver si arraiga en Italia o no. Los italianos no están acostumbrados a tomar cafés largos”, explica Alessandro Panzarino, responsable de la cafetería Martini, cerca del nuevo Starbucks.

Aunque reconoce que tiene un poco de miedo del “coloso” y que espera que al principio haya un “boom”, Panzarino cree que la gente se cansará y volverá al café tradicional, que suele costar un euro en Milán.

Con información de AFP y CBS