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Nueva política energética de México creará choques con socios comerciales, coinciden expertos
Parque eólico en el estado de Oaxaca. Foto de EFE

La nueva política energética del Gobierno mexicano, que limita la generación privada de renovables, generará conflictos inesperados con sus socios comerciales de Norteamérica y de la Unión Europea, según coinciden varios expertos.

Además de haberse abierto ya un proceso judicial con las demandas presentadas por las empresas privadas, el gobierno mexicano ha enviado una señal de preocupación a los inversores extranjeros en plena recesión económica global provocada por el COVID-19, indican.

Empresas de países con tratados comerciales con México que tengan capítulos de protección al inversor o Acuerdos para la Promoción y Protección Recíproca de las Inversiones (APPRIs) pueden recurrir a juzgados federales, explicó a EFE el consultor internacional Eduardo Solís.

Las empresas pueden también plantear casos judiciales “inversionista-Estado” en paneles internacionales bajo el nuevo Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que entra en vigor el 1 de julio.

“El tratado lo que busca es dar certidumbre al inversionista y lo que ha ocurrido es todo menos certidumbre”, argumentó Solís, del Consejo Directivo de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin).

El economista se refirió a los acuerdos del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), publicado el 29 de abril, y de la Secretaría de Energía (Sener), fechado el 15 de mayo, que frenan la generación eléctrica por energías renovables.

El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha defendido estas reglas al asegurar que son necesarias para defender a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) del “saqueo” de los privados, sobre todo extranjeros.

Pero estos cambios afectan a procesos productivos que generan al menos 14 por ciento del PIB, según el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), que calcula que se verán afectados 30 mil millones de dólares en inversión.

“Daña mucho la imagen actual y quedara plasmado en el futuro de las inversiones. Veremos cómo esta forma de desincentivar e inhibir la inversión afecta a las inversiones futuras”, advirtió Solís.

Roces diplomáticos

Además del T-MEC, el mes pasado se anunció un acuerdo para la modernización del Tratado de Libre Comercio entre la Unión Europea y México (TLCUEM).

Aunque ambos acuerdos llegan tras años de negociaciones y ofrecen una oportunidad a México en tiempos de COVID-19, las nuevas reglas eléctricas ya despertaron dudas de Canadá y Europa, subrayó Manuel Molano, director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

“Se quejaron por lo que implica este cambio de reglas para capital que empresas de esos países ya habían destinado a México a la generación limpia y que en este momento simplemente es como si se hubieran tirado estos recursos a la basura”, opinó.

Las medidas arriesgan inversiones por cerca de 450 millones de dólares de empresas canadienses como ATCO, Canadian Solar, Cubico Sustainable Investments y Northland Power, además de mil empleos, según una carta firmada por Graeme Clark, embajador de Canadá en México.

Por su parte, la delegación de la UE en México aseveró que las reglas del Cenace “impactarían negativamente” a 44 proyectos en 18 estados, “lo que pondría en riesgo inversiones, incluyendo las de empresas de la Unión Europea, que superan los 6 mil 400 millones de dólares”.

La tensión aumenta porque, a diferencia del T-MEC, el TLCUEM aún debe ratificarse y firmarse, un proceso arduo por la naturaleza multinacional de la Unión Europea.

“Se cruzó una línea, en los tratados normalmente a estas situaciones se les llama expropiaciones concomitantes, cuando el gobierno nacional de un país cambia las reglas y daña las inversiones de la zona de libre comercio”, describió Molano.

Incertidumbre para la inversión

Estos conflictos ocurren cuando México registró un aumento anual de apenas un 1.7 por ciento en la inversión extranjera directa (IED) en el primer trimestre de 2020 hasta llegar a 10 mil 334 millones de dólares, según la Secretaría de Economía.

Aunque solo el 5.1 por ciento corresponde a generación de energía eléctrica, agua y gas, analistas han alertado que cambiar las reglas cuando ya hay contratos otorgados ahuyenta todo tipo de inversión.

Para aprovechar el T-MEC y reactivar la economía, México debe corregir estas “malas señales” en las renovables, indicó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA.

“Podría venir una recuperación porque México podría tomar parte de la inversión que está teniendo China, aprovechando el nuevo acuerdo comercial”, previó el analista en una videoconferencia en la que recalcó que las renovables son seis veces más baratas que las convencionales.

También el Banco de México reveló esta semana que los miembros de su Junta de Gobierno están “preocupados” por la incertidumbre que genera la nueva política porque “afecta el proceso de competencia y libre concurrencia”.

Con información de EFE