
El director editorial de El Economista habló sobre las planeación fiscal de estas empresas multinacionales que no pagan impuestos donde operan
En el espacio de Joaquín López-Dóriga en Radio Fórmula, Luis Miguel González, director editorial de El Economista, habló sobre el pago fiscal de empresas multinacionales que operan en México, retomando el tema que Luis Videgaray abordó en la reunión del Fondo Monetario Internacional.
González habló sobre esas empresas que tienen operaciones fiscales agresivas en distintos países y que no pagan impuestos de forma plena a ninguna secretaría o tesorería de los países donde operan.
A partir del 2009 estos países se interesaron para fiscalizar el proceso e intercambiar información, mismo interés que el secretario de Hacienda mencionó en su reunión ante el FMI, por lo que ya se coordina con los países del G20 para hacer esta iniciativa.
Este interés parte de que, con lo juntado en impuestos en operaciones de estas empresas en distintos países, podrían juntar hasta el equivalente al Producto Interno Bruto de Japón, destacó González.
Mencionó también que esto produce que las empresas de este tipo o comercien en línea, en cierto modo, sean empresas “fantasmales” en la parte fiscal, por lo que remarcó el compromiso de Hacienda para no subir los impuestos.
Aunque destacó que esto no significa que se deba omitir el caso de estas multinacionales respecto a la actividad tributaria, donde se cobra mucho menos de lo que se debería, especificó.
El director de El Economista señaló que esto no significa una “cacería de brujas”, sino que en México se pague lo que corresponde, por lo que serían más de 20 empresas multinacionales que ya se han acercado al SAT para plantear cómo pagarán impuestos, según lo retomado de Videgaray Caso.
Dentro del espacio, Gonzalez remarcó que al igual que el comercio informal, estas empresas tan grandes con actividades tributarias “fantasmales”, caen en el extremo y con poca aportación en las naciones donde operan o fiscalizaciones en otros países diseñadas.
Además que atraer inversiones por competencia resultó contraproducente en el tema de impuestos, a pesar del número de empleos generados, por lo que es fundamental la organización conjunta de los países en la coordinación fiscal, destacando la labor de Videgaray en la firma con los países del G20 en estos acuerdos.