Después de 15 aumentos consecutivos el Banco de México decidió mantener en 11.25 por ciento la tasa de interés interbancaria
El Banco de México rompió con 15 aumentos consecutivos de la tasa de interés interbancaria y decidió mantenerla en 11.25 por ciento, nivel más alto desde 2008.
En su anuncio, el banco central “consideró que se ha entrado en una fase de desinflación debido a que diversas presiones se han mitigado. Sin embargo, juzgó que estas siguen incidiendo sobre la inflación, la cual permanece alta, y que el panorama inflacionario continúa siendo muy complejo”.
El freno a las subidas, que iniciaron durante la pandemia de COVID-19 en junio de 2021 y acumulan 725 puntos bases, se aprobó por unanimidad y ocurrió a pesar del aumento de 25 puntos que anunció la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) hace dos semanas.
Aún así, el anuncio estuvo dentro de las expectativas del mercado tras revelarse que la inflación general descendió en abril a 6.25 por ciento, su menor nivel desde octubre de 2021, tras registrar un índice de 7.82 por ciento de diciembre, su mayor tasa para un cierre de año en lo que va del siglo.
“Desde la última reunión de política monetaria, la inflación general anual siguió descendiendo. Además, en su última lectura la inflación subyacente mostró una reducción más marcada que en los meses previos”, argumentó la Junta de Gobierno del banco.
Banxico prevé ahora que la inflación general promedie 4.7 por ciento anual en el último trimestre de 2023 tras la expectativa anterior de 4.8 por ciento.
Mientras que para el cierre de 2024 mantuvo la expectativa en 3.1 por ciento.
“El panorama inflacionario será complicado e incierto a lo largo de todo el horizonte de pronóstico, con riesgos al alza. Ante ello, para lograr la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento, (el banco) considera que será necesario mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, avisó.
Como riesgos al alza, la Junta de Gobierno enunció la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados, la depreciación cambiaria ante eventos de volatilidad financiera internacional, mayores presiones de costos, y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios.
Como factores positivos sostuvo que, desde la última decisión del 30 de marzo, “el peso mexicano se apreció. La actividad económica ha mostrado resiliencia ante un entorno externo complejo, y en el primer trimestre de 2023 incrementó su ritmo de expansión. El mercado laboral muestra fortaleza”.
La próxima decisión del Banxico se revelará el 22 de junio.
Con información de EFE