Un día como hoy pero de 1984 la lucha libre se tiñó de negro. La leyenda y la más grande figura del pancracio mexicano había muerto: “El Santo” el enmascarado de plata. Rodolfo Guzmán Huerta fue el encargado de internacionalizar el nombre del popular personaje del luchador “El Santo”. Fue un atleta que ingresó a … Continued
Un día como hoy pero de 1984 la lucha libre se tiñó de negro. La leyenda y la más grande figura del pancracio mexicano había muerto: “El Santo” el enmascarado de plata.
Rodolfo Guzmán Huerta fue el encargado de internacionalizar el nombre del popular personaje del luchador “El Santo”. Fue un atleta que ingresó a la lucha libre de manera desapercibida.
El reconocido personaje no comenzó con el nombre de la leyenda, de 1934 primero usó nombres como “Rudy” Guzmán, “El Hombre Rojo”, “El enmascarado”, “El Incógnito”, “El Demonio Negro” y “El Murciélago II”, este último le generó problemas legales ya que el verdadero “Murciélago” era un popular luchador de época y le exigió no utilizar el nombre.
Sin embargo, en 1942 le cambiaría la vida.
El 26 de abril de 1942 Guzmán Huerta dejaría de existir, ya que le abrió camino a una leyenda que duró 42 años vigente y que hasta la fecha sigue estando en la memoria de los mexicanos y en el extranjero.
El luchador de plata comenzó a ser popular entre la gente, por sus lances, llaves y su figura tan imponente.
https://www.youtube.com/watch?v=y0tOR7HuX0M
“La leyenda”, como también era conocido el atleta, murió pero dejó un legado invaluable a nivel mundial.
Su éxito como luchador lo llevó hasta la pantalla grande, los productores y directores así como profesionales en marketing lo encaminaron hasta convertirlo en un héroe nacional, el cual podía luchar contra todo tipo de enemigos, fantasmas, ladrones, científicos, momias, mujeres vampiro y un sinfín de mentes malévolas.
“El Hijo del Santo” sigue con el legado que le dejó su padre y día con día en los cuadriláteros así como en la vida cotidiana busca hacer más grande la huella de los enmascarados de plata.
Por Axel González