Presentamos algunos de los más famosos rituales, manías, creencias y supersticiones de los deportistas que compiten en los Juegos Olímpicos
Una parte muy importante de deportistas tiene manías, creencias, supersticiones y amuletos que les hacen pensar que pueden tener una mejor suerte a la hora de competir en las distintas pruebas.
Los Juegos Olímpicos siempre se vuelven un desfile de los mismos, donde podemos ver cómo las leyendas del deporte tienen rituales que tratan de cumplir a cabalidad antes, durante y después de sus pruebas.
En Río 2016 no es la excepción ver esto, y encontramos que los elementos cabalísticos pasan por calzones, calcetines mojados, jorobas, osos de peluche, y una cantidad sorprendente de manías y amuletos.
Incluso la propio leyenda viviente de la natación, el estadounidense Michael Phelps, cuenta con un ritual antes de subirse a la parrilla de salida: gira los brazos tres veces antes de una carrera.
El medio BBC recopiló algunos de los rituales que han desplegado los deportistas olímpicos a lo largo de estos años.
1. Los jorobados dan suerte
Uno de los casos más sorprendentes de deportistas supersticiosos es el de José Roberto Guimarães, seleccionador del equipo de voleibol femenino brasileño y el único brasileño en ganar tres oros olímpicos para Brasil.
Guimarães piensa que los jorobados dan buena suerte, y atribuye el oro olímpico que logró para el equipo masculino de voleibol en 1992 en Barcelona a haberle tocado la joroba a un camarero que le atendió en un restaurante antes del encuentro.
Además, también atribuye la victoria del equipo de voleibol femenino en la crucial final contra Estados Unidos en Londres en 2012 a haberse topado por casualidad con un voluntario jorobado antes del partido.
2. Rompiendo el mito de la sal y los calcetines mojados
Siempre se ha creído que la sal es un elemento que no da la mejor de las suertes (por ello el término “salado” a alguien que no se ve favorecido en alguna situación). Sin embargo, a veces este elemento, en conjunto con otras manías, para algunos pueden (al menos así lo afirman) traerle suerte.
Eso le pasa a la ciclista británica Laura Trott, campeona olímpica en Londres, quien tiene una extraña costumbre: correr con los calcetines mojados. Trott utiliza una toalla húmeda para cubrirse los pies antes de ponerse los zapatos para correr, para así quedarse con los calcetines mojados, situación que le genera mayor suerte.
La ciclista argumenta que una vez ganó una carrera compitiendo accidentalmente con calcetines mojados.
Por su parte, el hábito del jinete japonés Yoshiaki Oiwa involucra sal: tira el condimento en la parrilla de salida y el caballo antes de una carrera.
3. El dedo medio
El nadador Santo Condorelli no ha pasado desapercibido luego de un gesto efectuado antes de saltar a la pisicna y competir en los 100 metros estilo libre.
Condorelli no salta al agua si no le ha mostrado el dedo corazón o medio antes a su padre.
El atleta explicó que dicho ritual inició en sus inicios, cuando era más joven y solía sentirse inseguro pues se sentía más bajo que sus compañeros. Su padre le recomendó que se concentrara en nadar como ningún otro y sin importarle lo que piensen los demás, por lo que ahí surgió el gesto.
Antes de cada prueba, continúa buscando a su padre entre el público, saludándole así, aunque ahora más sutilmente, luego de que tuviera que disculparse y dar explicaciones (indicando que no tiene que ver con la señal ofensiva asociada) tras una competencia en Estados Unidos en 2012, cuando su gesto fue captado por una cámara de televisión.
4. Los peinados
Por su parte, Laura Unsworth, miembro del equipo de hockey sobre hierba del Reino Unido, afirma que muchas de sus compañeras de equipo creen que ciertos rituales influyen en los resultados, y uno de ellos incluye los peinados: en un torneo internacional, una compañera de equipo les prohibió a sus compañeras alisarse el cabello antes de los partidos después de una derrota.
5. El canguro de peluche
Nunca faltan en estos casos los objetos que atraen buena suerte. Las personas supersticiosas suelen pensar que portar determinadas cosas puede ayudar a mejorar alguna negociación, a tener un mejor viaje, y a llevar la rutina del día de mejor manera.
En el caso de los Juegos Olímpicos, un canguro de peluche fue el acompañante constante entre las mujeres del equipo olímpico alemán de remo en Atenas 2004. El osito de peluche, creían, fue la que les atraía la buena suerte.
En otro caso similar, en Beijing 2008, la atleta brasileña Maurren Maggi confesó que portaba siempre en su mochila un pecho de
Y cuando ganó el salto de longitud en los Juegos de Pekín en 2008, por ejemplo, la atleta brasileña Maurren Maggi confesó que llevaba siempre en su mochila un peluche llamado León.
En esta justa, la atleta australiana de rugby Evania Pelite ha sido captada sin separarse de su canguro de peluche, incluso cuando se sentaba a comer.
6. Ropa interior de la suerte
Otro elemento característico en las supersticiones es el portar ropa que, se cree, es la que genera una mayor suerte a la hora de efectuar una conquista.
La levantadora de pesas de Estados Unidos, Morghan King, tiene esa creencia, y afirma que usa las mismas bragas y el mismo par de calcetines desde que empezó a competir. Eso sí, advirtió que las prendas han sido debidamente lavadas antes de cada nueva competencia.
Con información de BBC
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