Jay Gruden sentenció su salida tras perder el domingo de local por 7-33 ante los Patriots de Nueva Inglaterra y dejar una marca de 0-5
El primer despido de un entrenador en jefe de la NFL se dio este lunes con el anunció por parte de los Washington Redskins que Jay Gruden no seguirá en el cargo, tras completarse la Semana 5 de competición sin que el equipo conociera la victoria.
Gruden, que llegó ya cuestionado a la nueva temporada, sentenció su salida tras perder el domingo de local por 7-33 ante los Patriots de Nueva Inglaterra y dejar una marca de 0-5.
El dueño del equipo, Daniel Snyder, y el presidente del club, Bruce Allen, se reunieron con Gruden este lunes por la mañana para darle la noticia.
“Durante los primeros cinco juegos de la temporada del 2019, el equipo claramente no ha cumplido con las expectativas y todos compartimos esa responsabilidad”, anunció el equipo a través de un comunicado en el que también se comprometía a cambiar la marcha perdedora en lo que resta de temporada.
El puesto de Gruden será ocupado por Bill Callahan, quien se desempeñaba como entrenador en jefe asistente/entrenador de línea ofensiva.
La especulación sobre el posible despido de Gruden comenzó a surgir antes de la derrota en la Semana 4 frente a los New York Giants, aunque le quedaba este año y una temporada más de contrato tras la extensión que había firmado en el 2016, por lo que los Redkins le deben también los cinco millones que iba a cobrar en el 2020.
Las lesiones que sufrió el equipo, especialmente con la del mariscal de campo Alex Smith, no ayudaron a que Gruden pudiese conseguir un equipo ganador.
Gruden, que estaba en su sexta temporada, duró más que cualquier otro de los seis entrenadores contratados por Snyder, ya que ningún otro dirigió más de cuatro años con él.
Sin embargo, se convirtió en el quinto entrenador en jefe despedido por Snyder, uniéndose a un grupo que incluye a Norv Turner, Marty Schottenheimer, Jim Zorn y Mike Shanahan. Steve Spurrier y Joe Gibbs renunciaron.
Con información de EFE