
El defensor americanista Paul Aguilar fingió una falta y se tiró al piso como si el panameño verdaderamente lo hubiese golpeado.
Ayer la Selección Mexicana ganó la semifinal de la Copa Oro 2015 ante Panamá con dos polémicos penales y una expulsión de un jugador panameño desde el minuto 30 del partido. Es decir, con decisiones arbitrales parciales.
Esto lo demuestra el hecho de que Carlos Vela no fue expulsado por darle un codazo a un defensor panameño al poco de iniciar el partido y porque Paul Aguilar ni siquiera fue amonestado por fingir, con mucho drama y actuación, un golpe que ni siquiera le dieron.

Luego de que Paul Aguilar controlara mal un balón y este se saliera de la cancha, el panameño Armando Cooper se acercó y tocó con su puño el pecho del lateral derecho. El americanista, aprovechando la poca pericia arbitral, fingió, se tiró al piso y gritó como si alguien le hubiera dado una puñalada.
Por suerte el abanderado estaba a un metro de distancia y desde el primer instante le dijo a Paul que se levantara y siguiera jugando.
https://youtu.be/y5vrBV6ty8c
Una vez que el defensa mexicano vio que los árbitros no habían caído en su trampa, se levantó y siguió jugando como si nada hubiera pasado. Y es que de verdad nada pasó en esta jugada.
Un árbitro más experimentado o con un mal temperamento fácilmente hubiera podido amonestar al mexicano por esta actuación. Bastante mal lograda, por cierto.