
Aquí algunas de las cosas que llaman la atención a la vista del turista y que seguramente nunca tendremos en México
El shock cultural en este lado del mundo, puede ser sorprendente y es palpable en decenas de cosas. En las grandes ciudades como Tokio, Yokohama, Osaka, Nagoya y Sapporo, una de las grandes ventajas es que puedes caminar sin temor a ser asaltado. Aquí no es como en el Metro de la Ciudad de México que si llevas una mochila tienes que ponerla al frente para que no la vayan a abrir por atrás sin que te percates de ello. La gente vive con tranquilidad y la inseguridad en las calles no es un problema que le mortifique.
Hay otras cosas que llaman la atención a la vista del turista y que seguramente nunca tendremos en México. Aquí cinco de ellas:
Vaso de hielos para el café
Los supermercados tienen las típicas bolsas de hielo como las conocemos en nuestro país, pero en las tiendas de colonia, las que son conocidas como tiendas de conveniencia (aunque me choque decirles así), los hielos se venden por vaso para hacerse un café frío. Cada vaso cuesta 100 yenes, que son 17 pesos.

La puerta del taxi es automática
Mientras en México nos subimos al taxi rogando que no tenga el taxímetro modificado, aquí hasta la puerta del coche es automática. Sí, abre sola (o eso parece). El chofer activa un dispositivo desde su lugar y como por arte de magia, la puerta se abre y se cierra.
Bicicletas sin candado por todas partes
Es común encontrar bicicletas a media banqueta sin ningún tipo de protección. Incluso afuera de las casas, los triciclos de los niños pueden estar días abandonados y no los roban.

Máquina vendedora de cigarros
Las denominadas “vending machines” son muy populares en Japón. Las hay de bebidas, preservativos y hasta cigarros. Los niños ni siquiera se acercan y una cajetilla ronda los 77 pesos.

Diablitos modernos
Cualquiera que haya ido a la Central de Abasto de la Ciudad de México sabrá que los famosos diablitos representan un gran peligro para los tobillos. Los cargadores avanzan sin tapujo alguno y uno se tiene que ir cuidando de no ser atropellado. En Japón también existen, pero son motorizados y tienen un volante muy extraño.

Por Fernando Del Río