El 8 de diciembre de 2012, Juan Manuel Márquez colocaba con letras de oro su nombre en la historia del boxeo mundial
Hace tres años se logró una de las hazañas más gloriosas del boxeo mexicano de la época reciente. Un 8 de diciembre, pero de 2012, Juan Manuel ‘Dinámita’ Márquez tenía una cita con el destino.
Era la cuarta pelea de la más importante rivalidad de la década pasada en el boxeo. Luego de tres electrizantes combates, las peleas de Márquez contra Manny ‘Pacman’ Pacquiao habían estado llenas de emoción y de polémica. Cada una de las tres había estado llena de dudas acerca de las victorias del filipino. Márquez sabía que la única opción era noquear, ganar contundentemente la pelea.
Llegó el día, al que Márquez ya había declarado que buscaría el nocáut para evitar pasar por la decisión de los jueves.
Aquella pelea estaba llena de expectativa. Fue realmente un combate que inició parejo, pero conforme avanzaban los primeros minutos, Márquez fue adelantando hasta mandar al filipino a tocar la lona en el tercer round, por una buena derecha de ‘Dinámita’.
En el round siguiente, Pacquiao recuperaba terreno, tumbando a Márquez, aunque solo fue un trastabilleo. A partir del quinto asalto, el mexicano, con una cortada en la nariz, se lanzó al ataque para buscar el citado nocáut. Pero llegó el sexto round, el round donde se escribiría la historia.
Tras varios intentos y un round completo de examinación, donde ambos salieron a atacarse y a buscar conectar el golpe efectivo, fue un movimiento habilidoso el del mexicano el que lograría conectar con su puño derecho al rostro de ‘Pacman’, el cual cayó tendido bocabajo en la lona, completamente inconsciente.
Así, ante 16 mil espectadores de la MGM Grand Garden Arena, y con el apoyo y aliento de todo un país, esa derecha poderosa que golpeó en el sexto asalto, Márquez puso fin a una legendaria rivalidad de ocho años que, pese a las victorias a favor de Pacquiao, no había un claro ganador.
El réferi Kenny Bayless ni siquiera hizo el tradicional conteo al peleador en la lona, quien tardó varios minutos en reaccionar.
Así, con esa victoria, Juan Manuel Márquez ingresó con letras de oro a la lista de las mayores leyendas del pugilismo en México, y es fácilmente, por su enorme palmarés, por la técnica, por ser quizá uno de los mejores contragolpeadores de la historia mundial del boxeo y por nunca haber sido noqueado, uno de los mejores boxeadores de nuestra época.
Por Adán De la cruz