Trump insiste como sus incondicionales, en su mayor mentira: el “robo de la elección”, con lo que “justifica” su derrota
A pesar de que Trump continua suspendido en YouTube, Twitch, Snapchat, Facebook, Twitter y otras redes sociales, su campaña de mentiras comienza a tener efecto
Trump trata desesperado de ganar influencia y poder, ahora que enfrenta más investigaciones criminales sobre su incompetente ejercicio presidencial, plagado de escándalos, abusos y corrupción
Mientras el presidente Joe Biden celebra sus primeros 100 días en la Oficina Oval, brindando cheques de dos mil dólares a cada contribuyente de clase media y baja, mostrando que el país está bajo control, y que se avanza en el control de la pandemia, Trump, inexplicablemente asume el control absoluto del Partido Republicano
Trump descargó su resentimiento contra Mitch McConnell líder de la minoría del Senado, al que tras servirle durante 4 años, calificó como 'un perdedor frío como la roca'
Republicanos ahora pisotean principios conservadores que antes defendían, sometiéndose a la manipulación como garantes de la impunidad de crímenes, abusos y delitos de Trump
Trump parece haber enriquecido, renovado e incorporado nuevos elementos a su “plataforma” con nociones sobre la supuesta superioridad racial
Desde el 20 de enero, la administración Biden, guiada por científicos, logró ya aplicar más de 55.5 millones de vacunas y se espera que a finales de mayo, todos los estadounidenses sean inmunizados
Trump criticó las acciones del presidente Joe Biden, que lo derrotó por 8 millones de votos, en el sufragio popular y por 306 votos electorales
Trump también enfrenta investigaciones criminales sobre su injerencia en el proceso electoral de Pensilvania, New York y el Distrito de Columbia, hasta el momento
Así terminó la historia de Trump, que tras múltiples mentiras en campaña, comenzó mintiendo sobre el número de asistentes a su toma de posesión en comparación a la de su antecesor y ahora concluye con la gran mentira de un “fraude masivo”
Este miércoles 6 de enero, el presidente Donald Trump prepara su segundo y último ataque masivo a la democracia de Estados Unidos