El malware hace que llegue demasiada publicidad al teléfono hasta que se sobrecalienta y deforma el aparato
Los investigadores de Kaspersky Lab infectaron, intencionalmente, un teléfono Android con una especie de malware nefasto. Dos días más tarde, la batería del teléfono sobrecargado se había abombado y deformado el teléfono.
Los investigadores llamaron a este nuevo malware “aprendiz de todo” pues aprovecha la potencia del cálculo del teléfono para encriptar contenidos e inundarlo con spam, mensajes de texto que llegan de forma incesante al dispositivo, lo que significa que no vigilan a los usuarios sino que el objetivo es descomponerlo.
Así, el virus se esconde en casi cualquier aplicación, no solo de descargas o pornográficas como ocurre normalmente, aunque las que se bajan directamente de las tiendas de apps son más seguras porque para ingresar tienen que cumplir con una serie de requisitos.
El virus pues, es capaz de dejar cualquier teléfono infectado completamente inservible por lo que se recomienda mejor apagarlo antes de que tenga oportunidad de comenzar a encriptar sus datos y, un par de días después deforme la batería y la deformación.
Con información de Mashable