El sistema de detección de autos en los vehículos con conducción autónoma ha forzado una revolución en el mundo de la pintura
El color negro siempre ha sido un favorito en la industria del automotriz debido a que otorga un aspecto sobrio y elegante. Sin embargo, conforme los vehículos autodirigidos se vuelvan una realidad, se volverá cada vez más difícil ver autos oscuros circulando.
La razón para este cambio radical tiene una explicación muy sencilla. Para que un vehículo autónomo detecte a otros vehículos utiliza un sistema de mapeo láser, el cual detecta mejor los colores claros. Esto es esencial para evitar accidentes de tránsito.
Lo anterior no significa que no se puedan usar colores oscuros, sino que se requieren más sensores para notarlos, una desventaja en la carrera entre las armadoras de auto para garantizarse un espacio importante en este nuevo nicho de mercado.
El problema de la pintura involucra además la capacidad de esta para repeler el polvo, el cual puede entorpecer la respuesta de los sensores e incluso ocasionar señales falsas en los vehículos autónomos.
Varias empresas comenzarán en los próximos meses sus pruebas para asegurarse que tienen un sistema seguro para el pasajero. Entre estas se encuentra General Motors, quien planea probar un Chevrolet Bolt que no incluiría volante.
Finalmente, los vehículos autónomos también están ocasionando una revolución en la pintura. Además del problema del polvo, compañías como DuPont experimentan con hojuelas reflejantes en colores oscuros para aumentar su reflexión
Otra empresa, PPG Industries, los ingenieros intentan aplicar la tecnología desarrollada en los revestimientos del fuselaje de los aviones para mejorar su pintura, haciéndola entre 20 y 30 por ciento más reflejante.
Con información de USA Today