El candado expulsa un gas semitóxico que provoca malestares físicos, como vómito, a los ladrones
Skunk Lock es un candado de bicicleta de acero en forma de U que tiene una capacidad muy peculiar: en su interior tiene gases malolientes que permiten ahuyentar a los ladrones.
El gas escapa del interior si alguien intenta cortar la cerradura o alguna parte del candado.
La compañía creadora de tan peculiar accesorio afirma que no se trata de un producto químico nocivo pero sí de una fórmula tan desagradable que induce al vómito.
Esta idea, que se encuentra en la plataforma de crowdfuning Indiegogo, está buscando recaudar fondos para su producción.
El proyecto surgió debido a que un gran porcentaje de bicicletas son robadas en todo el mundo diariamente y la gran mayoría son vendidas en el mercado negro por solo una fracción de lo que cuestan.
Los creadores de Skunk Lock aseguran ya haber probado la efectividad del gas y afirman que es capaz de penetrar máscaras antigases hasta de muy alta gama.
Aunque muchos ciclistas puedan temer que el gas escape accidentalmente, la empresa asegura que no hay ningún riesgo en el candado y que es cien por ciento seguro usarlo de manera normal.
Con información de BBC