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COVID-19 pone a prueba la investigación clínica
Desarrollo de prueba rápida de coronavirus en Argentina. Foto de EFE

Al ser un virus nuevo y de rápida evolución, el COVID-19 ha puesto a prueba la investigación clínica en todo el mundo, destacó Patricia Clark, coordinadora de la Unidad de Epidemiología Clínica del Programa de Maestrías y Doctorados en Ciencias Médicas de la UNAM.

La rapidez de esta emergencia nos rebasa, genera incertidumbre porque cobra más vidas cada día, y nos fuerza a considerar fuentes de evidencia que antes no tomábamos en cuenta, además empuja a pensar cómo podemos hacer las cosas de manera diferente”, expresó.

Durante su participación en ‘El Aleph. Festival de Arte y Ciencia. Las Posibilidades de la Vida: COVID-19 y sus Efectos’, Clark explicó que ante el coronavirus se han modificado constantemente los protocolos de atención porque han aparecido nuevas manifestaciones clínicas.

COVID-19 pone a prueba la investigación clínica - patricia-clark
Patricia Clark. Foto de UNAM

Dijo que los médicos no pueden dejar de tratar a los pacientes, pero que para ello requieren de un mínimo de evidencia empírica que no se ha tenido con el SARS-CoV-2 al ser nuevo y de contagio amplio.

La también integrante de la Junta de Gobierno de la UNAM dijo que desde la aparición del COVID-19 se han escrito más de 23 mil artículos relacionados y que para los tratamientos se toman como referencia las herramientas y medicamentos para infecciones o la inflamación.

Detalló que en el caso de la hidroxicloroquina, al ser probada en China al inicio de la pandemia no se reportaron evidencias de su efectividad, pero que al extenderse su uso a Europa y Estados Unidos “se comenzó a decir que era muy buena”.

No obstante, un estudio reciente señala que el fármaco solo tiene efecto bajo ciertas circunstancias, “por lo que los médicos deben estar muy atentos a lo que se publica al respecto”.

En cuanto a tratamientos alternativos para el coronavirus, Patricia Clark enfatizó en que no se debe confiar en la ozonoterapia, cuya eficacia no se ha demostrado para ninguna enfermedad, ni en las gotas de plata que podrían causar coloración blanquizca o azulada en piel y ojos.

Con información de López-Dóriga Digital