
Varios ex embajadores de EE.UU. en México afirmaron que los aranceles destruirán millones de trabajos y debilitarán la lucha contra el crimen
Ex embajadores de Estados Unidos en México advirtieron que los aranceles que pretende imponer el gobierno de Donald Trump a México para que controle el flujo de migrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos no solo tendrán un costo elevado para ambos países, sino que podría minar la capacidad del gobierno del presidente López Obrador para lidiar con el problema.
Al respecto, el grupo conformado por John Negroponte, James Jones, Jeffrey Davidow, Antonio Garza, Carlos Pascual, Earl Anthony Wayne y Roberta Jacobson urgieron a los funcionarios de ambos países que se reunirán a lo largo de esta semana a desvincular migración con comercio y tocar los problemas reales de la migración centroamericana.
Explicaron que “aranceles más altos tasarán a los consumidores y productores estadounidenses, y debilitarán las cadenas de producción integradas que soportan millones de trabajos estadounidenses y mexicanos“.
“Dañar la economía de México destruirá su capacidad de detener flujos migratorios, así como el crecimiento económico que contribuyó a la migración ‘neta cero’ de México a Estados Unidos en la actualidad. México enfrentaría el imperativo político para tomar medidas de represalias contra las exportaciones de EE.UU.”
Los ex embajadores señalaron que mientras se profundiza la guerra comercial con China, Estados Unidos necesita a México para comerciar, para frenar el flujo de migrantes y para combatir al crimen en ambos lados de la frontera.
En su mensaje, indicaron cinco razones por las cuales México y Estados Unidos necesitan colaborar entre sí.
Primero, porque los consumidores, empresas y agricultores estadounidenses, enfrentarían miles de millones de dólares en costos añadidos por parte de los aranceles de Trump, a lo habría que sumar las posibles represalias de México.
En segundo lugar, recordaron que México es el tercer mercado para los agricultores estadounidenses, recibiendo hasta 19 mil millones de dólares en 2017.
Además, si inicia una guerra comercial, ambos países dejarán de enfocarse en construir prosperidad para sus habitantes.
En cuarto lugar, una guerra comercial erosionará la confianza necesaria por ambas naciones para enfrentar el crimen transfronterizo, el cual ha desatado una epidemia de drogas en Estados Unidos y violencia generalizada en México.
Finalmente, los ex embajadores recordaron que México enfrenta también una pesada carga de los flujos migratorios, con 25 mil solicitantes de asilo esperando en el país a que autoridades norteamericanas resuelvan su caso.
Los diplomáticos recalcaron que la relación entre ambos países afecta las vidas de sus ciudadanos más que cualquier otra no solo por el tema comercial, sino por las inversiones mutuas, conexiones fronterizas, turismo y lazos familiares, por lo que se debe construir, y no destruir la confianza “y abrazar, no minar, las mejoras reales en el comercio que están al alcance a través del T-MEC”.
Con información de CNBC