
Juan Antonio Borrego Mancha, de 37 años de edad, había salido de su casa el pasado 28 de mayo con destino a la ciudad de Chihuahua, tras lo cual se dirigió al municipio de Ojinaga, cerca de la frontera entre México y EE.UU.
El sueño de un hombre de ganarse la vida trabajando en Estados Unidos de forma ilegal terminó abruptamente al ser hallado sin vida en una zona desértica. El migrante era originario de la ciudad de Linares, Nuevo León.
Juan Antonio Borrego Mancha, de 37 años de edad, había salido de su casa el pasado 28 de mayo con destino a la ciudad de Chihuahua, tras lo cual se dirigió al municipio de Ojinaga, cerca de la frontera entre México y EE.UU.
Posteriormente, el migrante decidió meterse por un cañón intentando llegar al poblado de Van Horn, ya en territorio estadounidense. Sin embargo, el pasado 5 de mayo habría cambiado de idea, por lo que le dijo a sus acompañantes que se entregaría a las autoridades migratorias.
Sus compañeros pensaron que se había entregado a la policía, sin embargo ni ellos ni los familiares de Borrego Mancha tuvieron noticias suyas hasta ahora, cuando el consulado mexicano les informó de su deceso.
El problema para su familia sin embargo no terminó ahí, pues tienen que pagar una fuerte suma económica para regresar sus restos de vuelta a Linares.
Con información de Milenio