
El hombre no dudo en entrar a la “lluvia” de balas para ayudar a las personas y recibió un disparo que se alojó en su cuello
Jonathan Smith, un mecánico de 30 años y residente en Las Vegas, Nevada, se encontraba con nueve integrantes de su familia cuando el asesino Stephen Paddock, disparó desde su cuarto de hotel hacia la multitud que presenciaba el concierto al aire libre del cantante Jason Aldean.
Smith relata con terror la situación que le tocó vivir durante la masacre en Las Vegas, y donde logró salvar a 30 personas, hasta que recibió una balazo en el cuello que afortunadamente no le quitó la vida.
El hombre, que es considerado un héroe, viajó a Las Vegas para el cumpleaños de uno de sus hermanos y pasó a metros del hotel Mandalay Bay cuando Stephen Paddock abrió el fuego dejando 59 muertos y más de 515 heridos, Smith siendo uno de ellos.

Smith no dudó en entrar a la “lluvia” de balas que caía desde el piso 32, de uno de los resorts más exclusivos ubicados en Las Vegas Boulevard, y su heroísmo le costó recibir una bala que se alojó en su cuello y que podría tenerla ahí por siempre.
“¡Tirador activo, tirador activo, vamos! Tenemos que huir”, comenzó a gritar Smith y guió a varias personas hacia un estacionamiento que aparecía un lugar seguro.
“Saqué a algunas personas fuera de allí. Podías oír los disparos. Parecía que venían de todos lados”, narró el también padre de familia.
Una bala lo alcanzó y le pegó en el cuello. Por centímetros estuvo al borde de la muerte, pero la bala no lo impactó de lleno y afortunadamente pudo conservar su vida. “No podía sentir nada. Tuve una sensación de calor en mi brazo “, relató Smith, quien quedó en observación en el Sunrise Hospital, mientras esperaba su alta.

El joven cree que salvó al menos a 30 personas y su acto de heroísmo lo dejó con una clavícula y una costilla fracturadas, además un pulmón lastimado.
Por las lesiones que sufrió, los médicos le recomendaron que por el momento deje alojada la bala donde está, ya que un movimiento de más podría ocasionar más daños.
“Podría tener que vivir con esta bala el resto de mi vida”, dijo con humor Jonathan Smith.
Con información de People